Durante estas últimas décadas hemos visto cómo las variantes GT de Porsche se convertían en auténticos objetos de deseo entre los más aficionados a la marca. Este crecimiento exponencial por un producto más enfocado en la conducción y en las sensaciones se tradujo en unos números de ventas excelentes que prácticamente igualan los números de los 911 Carrera normales.
Pero esto no siempre fue del todo así. En 1987, 15 años después del exitoso 2.7 RS homologado para las carreras, Porsche quiso volver a rellenar ese espacio de coche todavía más entusiasta que destacase por su manejo y por su ligereza. Y es ahí, en el Salón de Frankfurt de ese año, cuando nace el Porsche 911 Carrera Club Sport.
El Carrera Club Sport, rellenaría una posición que, a priori, se demandaba. Heredaría la estela de un verdadero Rennsport, sin realmente llegar a serlo; un coche con enfoque, sacrificado, pero con propósito.
La llegada del apellido Club Sport a Porsche nos haría pensar en una serie limitada, mucho más cara y mil veces más radical que un mundano Carrera 3.2, pero nada más lejos que la realidad. El Carrera 3.2 Club Sport llegaba en 1988 como el modelo más barato de la serie 911 en ese momento, y sí, incluso por debajo del 3.2 Carrera más básico.
La razón no era más que por el sacrificio al que se sometía: Un interior mucho más espartano, sin lujos y mucho menos equipado que la versión estándar del 911. Además, también se sacrificaría el revestimiento que protege al chasis de la corrosión para ahorrar peso, que se vio reducido en 70 kilogramos. En general era un coche radical, preparado para disfrutar conduciendo tanto en carretera como en circuito, pero que no llegó a funcionar.
La realidad es que el 911 Carrera 3.2 Club Sport era un coche demasiado austero para la década de excesos en la que nació, donde el poder adquisitivo se demostraba por la cantidad de lujo que encontrabas en el coche y no solamente por las sonrisas que te podía transmitir. Como resultado, solamente se fabricaron 340 unidades, las cuales fueron difíciles de vender inicialmente.
Este limitado número de unidades, junto con sus características, hacen del Carrera 3.2 Club Sport un coche muy buscado actualmente.
La unidad subastada en Collecting Cars, es una de las 53 vendidas originalmente en Reino Unido, por lo tanto, dispone del volante a la derecha. Se enfoca totalmente en la reducción de peso, sin optar por el techo panorámico, no tiene aire acondicionado ni ventanillas eléctricas, ni cierre centralizado, ni asientos traseros… Ni limpiaparabrisas trasero.
Pintada en Grand Prix White, esta unidad fue sometida a una restauración de concurso en Febrero de 2020, recibiendo varios tratamientos en la carrocería y una restauración de llantas.
Actualmente tiene 84,660 millas, y está siendo subastada aquí, con un precio actual de 100.000 libras a falta de un día y medio de golpear el martillo contra la mesa.
Sin duda nos encontramos con un coche que, de una forma u otra, fue adelantado a su tiempo, y estamos seguros de que, si Porsche decidiese hacer lo mismo a día de hoy, sería un total éxito en ventas.
