Introducción
El Hyundai Kona eléctrico no es el típico coche que solemos probar en Sexta Marcha, pero tiene algo que nos interesa mucho: representa una alternativa real para un gran número de conductores. Aquí no hay cifras desorbitadas ni promesas de rendimiento superlativo, sino un coche práctico, eficiente y con una propuesta eléctrica que puede tener sentido. ¿No nos crees? Sigue leyendo.

Es cierto que, a fecha de esta prueba, la prórroga del MOVES III, el futuro de nuevas ayudas o el rumbo de la industria sigue siendo incógnito, fruto de los bandazos de nuestras instituciones, pero, con todo, el nuevo Kona ha nacido preparado para aguas turbulentas.

Características
Primero, porque esta nueva generación del Hyundai Kona ha sido concebida desde cero como un coche eléctrico, y eso tiene sus ventajas. Goza de una arquitectura de 400 voltios, que no de 800 como sus hermanos IONIQ -no sabemos por qué-, y esto le permite, para empezar, cargar hasta a 100kW de potencia en CC.
De ahí, seguimos a la propuesta mecánica, distinguiendo dos versiones:
- Motor de 140 CV asociado a una batería de 48 kWh, con una autonomía homologada en torno a los 380 km.
- Motor de 204 CV con batería de 65 kWh, que ofrece entre 440 y 510 km de autonomía según el tipo de neumático, que es la que hoy nos ocupa.

Como en otros eléctricos, si el uso va a ser mayoritariamente urbano, la versión de acceso ya será suficiente. Sin embargo, para quien quiera salir a carretera con garantías, le convendrá estirarse y ganar en autonomía y prestaciones.

Con esos 204 CV y un par instantáneo de 255 Nm, este Kona es, bajo cualquier estándar, rápido. Acelera de 0 a 100 km/h en 7,8 segundos y aunque la punta se queda en 172 km/h, se nos antoja suficiente para circular con total seguridad. Pero hoy no estamos aquí con el crono en la mano: el nuevo Kona quiere conquistar por un planteamiento eficiente y cómodo.

Diseño exterior
En su apariencia, hemos asistido a una verdadera revolución, tanta que es difícil pensar que su predecesor y este son el mismo modelo. La línea futurista es innegable y la firma lumínica, inconfundible, muy de esta nueva Hyundai que nos encanta (Santa Fe, Staria, IONIQ…).

Además, sus facciones más marcadas y angulosas, reforzadas con este paquete N-Line, son, cuanto menos, diferentes y, sí, en comparación con la generación anterior, ha crecido mucho en dimensiones.

Vida a bordo
Siguiendo con esa concepción desde cero como eléctrico, continúan llegando las buenas noticias. A diferencia de modelos derivados de versiones térmicas, aquí el espacio se ha optimizado desde el principio y se deja notar enseguida. La ausencia de un túnel de transmisión permite una mayor comodidad en las plazas traseras, ofreciendo una banqueta plana y un generosísimo espacio para los pasajeros propio de segmentos superiores.

Además, el maletero no se ve penalizado sino todo lo contrario, con 466 litros de capacidad -sin contar el maletero delantero o frunk de 27 litros-, lo que lo sitúa líder de su nicho.

Aquí dentro, a pesar de ciertas calidades y tactos de coche barato, como el apoyabrazos de las puertas, la impresión general es buena y de aspecto tecnológico y limpio. Todo se siente en su sitio, es práctico y mantiene mandos físicos. Quizás no sea tan vistoso como el de otras marcas, pero funciona y es amigable en su uso, que es casi más importante.

En esta N-Line tenemos también los asientos y el volante calefactados -muy útiles en el norte de España- y una tapicería negra específica. Pero lo de los asientos es otro nivel; son absurdamente cómodos en largas sentadas y, sinceramente, nos han encantado. Jamás lo dirías viéndolos desde fuera.

Comportamiento al volante
Al volante, el Kona eléctrico es un coche que transmite tranquilidad, que te invita a conducir con calma. La insonorización está muy bien lograda incluso en autovía y las ruedas de 235mm y la suspensión ofrecen un buen equilibrio. La dirección es lo contrario de lo que buscamos, pero lo que el gran público demanda: ligerísima, suave y ultra filtrada. Al final, el tacto general se pliega a esa experiencia de conducción sin compromisos, de desconexión en pos de facilidad de uso. A la gente eso le encanta y no culpamos a Hyundai.

En ciudad, a pesar de haber crecido tanto, sigue siendo ágil y comedido y, por si pudieras tener algún problema, las cámaras y sensores varios estarán para echarte una mano. Porque si algo tiene el Kona es una larga lista de asistentes de serie que, prácticamente, te hacen todo.

Con este planteamiento no tiene ningún sentido estudiar su vocación deportiva por mucha N-Line que veas o por mucho que te sientas el rey de los semáforos con esas prestaciones tan decentes e inmediatas. Sin embargo, conviene resaltar que no hemos encontrado ninguna situación cotidiana donde este Kona de 204 CV palidezca. Tiene aplomo en carretera, la potencia suficiente como para ser muy seguro en cualquier maniobra y, en definitiva, el conjunto es noble y bien plantado. Puede que la opción de llanta pequeña redondee el confort del Kona, pero estas vistosas de 19” tampoco desmerecen (a pesar de restar bastante autonomía).

Consumos, precio y rivales
Ahora, con la cuestión de la autonomía, conviene revisar consumos, precios y rivales. Un coche así, al contrario de nuestro estilo, se compra más con la cabeza que con el corazón y más con el bolsillo que con el alma. En un segmento además disputadísimo, unos cientos de euros pueden declinar la balanza así como unos kilómetros extra.

Si bien el Kona juega la baza del espacio interior y un tamaño atípico para el segmento B, sus consumos son igualmente meritorios. No son los 16,6 que homologa con el conjunto rueda/llanta más grande, pero es sorprendente comprobar cómo después de más de 1500 kilómetros -porque en Sexta Marcha probamos los coches como se debe-, el consumo ha sido de menos de 18 kWh con un 80% de autovía.

Con respecto a su precio, los eléctricos luchan, ahora mismo, contra la falta de la prórroga del MOVES III y la incertidumbre de futuras ayudas para gozar de una tarifa más atractiva. Así las cosas, el Kona eléctrico parte en unos 30.000€ para la versión básica y unos 35.000€ para esta de 204 CV, incluyendo siempre el descuento de financiación de Hyundai un mínimo de 36 meses (unos 7.000€). No es lo económicamente más responsable con los tipos aplicados, pero eso es cosa del comprador.

Entre sus rivales encontramos el Peugeot e-2008, el Jeep Avenger, el BYD Atto 3 o el Kia Niro EV, este último su hermano gemelo, a los que debemos sumar los recientes Skoda Elroq o el Ford Puma Gen-E. Como veis, la guerra está servida y el Kona, a falta de mediciones claras en la segunda fila, gana en maletero y espacio siendo además de los más económicos

Conclusión
El nuevo Kona eléctrico es una opción completa y lógica dentro del mundo de los SUV eléctricos. A pesar de dónde lo situamos, cumple con las necesidades de una familia de forma holgada y ofrece una relación precio-producto que, a pesar de la electricidad, es competitiva. Su habitabilidad, autonomía realista y un completo equipamiento ya de serie lo hacen atractivo para quienes busquen un coche para casi todo y no tengan ese grado de incertidumbre en su día a día; porque ahí es donde brilla el eléctrico. Vale que no es el modelo más emocionante para conducir, pero cumple con creces en lo que se espera de él: ser práctico, cómodo, económico y fácil de usar.

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