No cabe ningún tipo de duda de que Lancia fue una de las marcas que reinó en el mundo de la competición, especialmente en los Rally, donde sus modelos más dedicados ganaban, ganaban y no dejaban de ganar.
En 1990, Lancia anunciaría una variante del Delta HF Integrale que añadiría el término Evoluzione al final del nombre.
Una imagen vale más que mil palabras; El Evoluzione era un HF Integrale pero con muchos anabolizantes encima, con unos pasos de rueda mucho más marcados que su versión inferior y que todavía a día de hoy asustan si lo ves aparecer en tu retrovisor. De esta manera, rendía tributo a su homólogo de competición.
Todo este pedigree de competición, su estética imponente y su rendimiento, lo convirtieron en un clásico instantáneo, y a pesar de sufrir una obvia depreciación, nunca fue un coche que podríamos catalogar de barato.
Por suerte para unos y por desgracia para otros, esto significó que muchas unidades quedasen encerradas en garajes de coleccionistas deseando que su inversión se multiplicase por tres, en vez de ser verdaderamente disfrutados, como un coche con esa historia de competición debería.
Pero no todos, y ciertamente no es el caso de la unidad del vídeo que mencionamos a continuación, cuyo dueño disfruta de él de la mejor manera posible, llevándolo a un circuito para poner a prueba su tracción total mecánica, acompañado de un motor preparado con 530 CV. Se ve que está pasando un buen rato.
Video de MattyB727