Después de hablaros un poco en PetrolBonVivant de la historia del Z3 y de cómo va, algo que podéis leer en este enlace, llegaba la hora de que os contemos cómo es tener uno; qué buscar, qué revisar, cotizaciones, curiosidades… En los siguientes dos artículos sobre el BMW Z3 abordaremos todos estos aspectos y encontrareis respuesta a las preguntas que os puedan ir surgiendo.
Como ya sabéis, soy propietario de un BMW Z3, concretamente de un 2.8 restyling de 1999 y hoy es el turno de hablar de la convivencia con él, después de casi un año en el garaje. Tras 4000 kilómetros juntos, la mayoría ruteando por carreteras secundarias, puedo explicaros más en detalle lo que es el día a día con un Z3; ya sea por curiosidad o porque estéis buscando uno (incluso sin todavía saberlo).
Lo primero que hay que tener en cuenta es que se trata de un coche de más de 20 años que por lo general, requerirá de cuidados y revisiones más frecuentes; máxime cuando, además, es un descapotable con techo de lona. Y es que, a pesar del encanto natural, este tipo de techo necesita mantenimiento específico y cada seis meses es conveniente limpiarlo e impermeabilizarlo con un producto especial, como los de Renovo. Mención especial para la luneta trasera de plástico que con el tiempo se va tornando opaca y nos pedirá un pulido o incluso su sustitución. Si la vida fuera del garaje es dura para cualquier coche, con un Z3 se vuelve, por todo esto y más, imprescindible contar con una plaza para cobijarlo, dispongáis o no del hardtop para el modelo.
Como con muchos youngtimer, la inversión que tendrás que realizar se mide más en tiempo y dedicación que en euros.
Con el interior sucede lo mismo; el cuero se puede ir desgastando y requerirá restaurarlo, sobre todo en los pétalos de los asientos. Si además equipa cuero extendido, lamento deciros que las partes del salpicadero se acabarán encogiendo y despegando y tocará retapizar en la mayoría de los casos, salvo que la unidad tenga poquísimos kilómetros.
En el aspecto mecánico basta con seguir los ciclos de mantenimiento y no escatimar. Contad con que ningún fluido conserva eternamente sus propiedades y que, más allá del cambio de aceite y de líquido de frenos, es aconsejable cambiar el resto: diferencial, caja de cambios y líquido de dirección. Los sistemas VANOS fuera de los modelos M no suelen dar muchos problemas tampoco.
Los motores M52TU y M54 ya no usaban Nikasil para el revestimiento de las camisas de los cilindros y no suelen consumir aceite.
No obstante, al igual que los E36 y E46, el Z3 no está libre de multitud de “fallitos” que pueden arruinar la experiencia de uso y que conviene conocer. Concretamente, los más comunes son los siguientes:
- Fallo de la centralita del ABS/ASC: en la mayoría de los casos debido a dos soldaduras frías con fácil arreglo: enlace aquí.
- Fallo del aforador de la gasolina: la aguja deja de marcar correctamente el nivel de combustible. Si está arreglado, la moqueta de detrás del asiento del pasajero presentará algún corte.
- Fallo del termostato: la temperatura del refrigerante oscila y se enfría.
- Holguras en los raíles de los asientos por desgaste de los topes de goma.
- Puntos de soldadura del anclaje del diferencial: visibles al levantar la moqueta del maletero.
Como sucede en otros muchos modelos muy apreciados, la sabiduría que se encuentra en Internet es prácticamente infinita y ayuda a localizar y resolver todos estos posibles inconvenientes de una forma sencilla.
OnlyZ3 es, posiblemente, el mejor foro dedicado al modelo, todo un compendio de conocimientos.
Vistas estas particularidades, que no son ajenas a ningún coche “viejo”, la pregunta es: ¿se puede usar un BMW Z3 como un coche normal?
Rotundamente sí; nada te impide disfrutar de un Z3 en el día a día. Aunque siempre y cuando entiendas que su maletero es justo para ir de vacaciones más de una semana, que su visibilidad es reducida y que tendrás que ir frecuentemente a la gasolinera con su depósito de 50 litros. Sin olvidar que, como ya decía en la retroprueba del Z3, se trata de un coche de tracción trasera, de casi 200 caballos, ligero, de batalla corta y con la electrónica justita. La vida con un BMW Z3 te va a requerir atención, tiempo y algo de dinero, pero te lo devolverá sobradamente con las sonrisas que te saca. Si quieres saber las cotizaciones de las diferentes versiones, de su equipamiento opcional y conocer cuáles son las más interesantes, permanece atento a Sexta Marcha.
