Los años 90 fueron testigos de demasiadas cosas: La oveja Dolly, la primera Guerra del Golfo, el Windows 95.., y el auge de los monovolúmenes. La historia que os traemos hoy reúne dos fiestas de barra libre de ingeniería con una silueta común y un origen bien distinto.
Renault Espace y Ford Transit son dos nombres que no revisten especial entusiasmo para el aficionado al motor. Los monovolúmenes tenían su punto en aquel entonces, pero siempre han distado de ser máquinas pasionales y, bueno, las furgonetas siempre han sido furgonetas; honestas y humildes -aunque la moda “camper” ahora pegue con fuerza y nos haya traído cierto aire premium-. Olvídate, todo cambió con los apellidos F1 y Supervan.
“Potencias locas y enormes superficies frontales, ¿qué podía salir mal?”
Por un lado, la Ford Transit Supervan 3 era, como su nombre indica, la tercera de una estirpe de alocadas creaciones de Ford UK sobre la base de su furgoneta. Por otro, la Renault Espace F1 era el resultado de celebrar el aniversario de la Espace por todo lo alto. ¿Las recetas? Te las desvelamos a continuación:
Ford Transit Supervan 3
La última iteración de las Supervan nació en 1994, heredera de un linaje iniciado con la primera Supervan de 1971, que tomaba la base del Ford GT40. Asemejándose a aquella, la Supervan 3 -que no era más que la Supervan 2 reconstruida-, se basaba en el chasis del Ford C100 de carreras, con un motor Cosworth de la Fórmula 1.
Nacida para promocionar el desembarco de la tercera generación de la Transit, acoplaba el mencionado chasis de aluminio del C100 con una carrocería de composite. El motor Cosworth HB era un V8 a 75° de 3498 centímetros cúbicos de carrera muy corta que, pudiendo girar mucho más allá de las 10000rpm, entregaba unos 700 CV de potencia al eje trasero; la caja de cambios era secuencial de seis marchas derivada también de la F1. El conjunto se quedaba en apenas 900 kilos y se acompañaba por un equipo de frenos Brembo carbocerámicos con discos de 279 mm y pinzas de cuatro pistones.
“El motor HB sustituía al DFL de la Supervan 2, también de Cosworth”
Los resultados eran una punta de 320km/h, -medida en Silverstone- y sobre la capacidad de aceleración no podemos decir nada en claro, pues no hay datos disponibles. Suponemos que con menos de 2kg/cv, tendría que ser salvaje.
Lamentablemente, en 2004 fue “actualizada” y se le instaló un modesto V6 de 260 CV asociado a una caja manual de cinco marchas, mucho más descafeinado e infinitamente menos bruto.
Renault Espace F1
A su vez, la Renault Espace F1 se presentó en el Salón del Automóvil de París de 1994, conmemorando el décimo aniversario del lanzamiento de la primera generación del monovolumen y sacando pecho por sus victorias en la categoría reina del automovilismo.
Partiendo de las formas de una Espace de segunda generación, el trabajo en todos los ámbitos fue intensivo. El objetivo: conseguir acoplar a este “minibús” el motor RS5 del Williams FW15C de la Fórmula 1; un V10 a 67° de 3.5 litros. Si en aquel monoplaza desarrollaba unos 760 CV, sin limitaciones impuestas por la competición se acercaba a los 800, enviados a las ruedas traseras. La encargada de gobernar semejante potencia era una caja semiautomática Williams TG3 de seis relaciones y todo era embutido en una carrocería de fibra de carbono sobre un chasis de carbono y aluminio. Con estas soluciones del mundo de las carreras, la Espace F1 se quedaba en unos 1300 kg. Cuatro discos carbocerámicos de tamaño generoso se mantenían siempre dispuestos a frenarlos con contundencia.
Si los ingredientes eran ya exóticos y prometedores -pensad en que hace ya más de 25 años-, las prestaciones eran de otro planeta. Despachaba el 0-100 en 2,8 segundos y, lo que es más impresionante, el 0-200 en 6,9 segundos -como referencia, un 911 Turbo 992 tarda dos segundos más-. La velocidad máxima alcanzada era de 312 km/h y para frenar de ahí a 70 km/h, sólo necesitaba 80 metros. El mismísimo Alain Prost enseñó esto a la prensa en 1995.
“Jean Ragnotti volvió a quitarle el polvo en 2002, para el regreso de Renault a la F1”
Tenía espacio para cuatro ocupantes, siempre y cuando fueran lo suficientemente valientes para acomodarse en las plazas traseras, cuyo apoyabrazos eran diez cilindros soltando calor al habitáculo. Si te estás preguntando dónde puedes conseguir una Espace F1, lo sentimos, solo se fabricaron dos prototipos: uno está en el Museo de Matra y el otro en la colección que Renault guarda en su fábrica de Flins. Sin embargo, siempre puedes acercarte al concepto con los mods de varios videojuegos, sin olvidar al pionero Gran Turismo 2, que ya la incluyó en 1999.
Duelo:
Entonces, ¿cómo quedan las cosas entre la Transit y la Espace? Te dejamos el siguiente cuadro para que puedas compararlas:
siguiente cuadro para que puedas compararlas:
Bonus: VW T5 Multivan HGP 3.6 Biturbo
Aquellas locuras eran prototipos que el dinero no podía comprar y no ha llegado nada hasta nuestros días con un planteamiento que se asemejara a ellos. Pero como siempre sucede, la demanda acaba generando oferta y en estas que, ni corto ni perezoso, el preparador alemán HGP tuvo a bien meter el 3.6 V6 de VAG con dos turbos en una VW Multivan T5.
El preparador alemán HGP nos propone dejar una Multivan y unos pocos miles de euros para entregarnos una versión remozada con componentes de la T6 como los faros, la transmisión automática de un Audi RS3, el mencionado 3.6 V6 biturbo rindiendo 700 CV y 925 Nm de par, frenos carbocerámicos, llantas de 20” OZ Racing y un largo etcétera.
Con cerca de dos toneladas y media no será tan ágil como la Espace o la Transit, pero por unos 250.000€ es lo más cercano a una de ellas. Soñar es gratis.