Empezamos la semana con una noticia esperanzadora y alegre para los aficionados y propietarios de los Porsche 911 clásicos refrigerados por aire, y es que Porsche comenzará -de nuevo- la producción de bloques de magnesio, totalmente nuevos, para los Porsche 911 clásicos.
Ya sabemos que los motores que equipaban los 911 clásicos son algo “especiales”. Mientras la plena mayoría de los vehículos se fabricaban -y fabrican- con motores en línea o en V, independientemente de la cantidad de cilindros, Porsche se conoce por sus motores con configuración bóxer, o lo que viene a significar, que sus cilindros están horizontalmente opuestos, de forma plana, consiguiendo una gran cantidad de ventajas a nivel dinámico, pero también inconvenientes.
El problema principal en los primeros 911 es que equipaba un bloque de magnesio, un material muy ligero, que reduce considerablemente el peso, pero cuyo principal problema es el paso del tiempo, teniendo como consecuencia su agrietamiento y su corrosión, provocando fugas y en el peor de los casos, un fallo catastrófico de motor, con una factura bastante grande a su lado.
El problema es que la reparación suele ser complicada: El magnesio no es un material que se pueda soldar con muchísima facilidad y encontrar un motor de segunda mano a estas alturas ya es algo complicado, menos aún encontrar uno que no haya sufrido esos problemas.
Para solucionar estos auténticos quebraderos de cabeza para propietarios y mecánicos especializados, Porsche con su división Porsche Classic, a la que le gusta ver los clásicos de la marca en circulación, empezará el proceso de producción de los bloques con todas las tolerancias exactas, para los Porsche 911 fabricados entre 1968 y 1976.
Su principal dificultad fue encontrar los diagramas y dibujos de las partes originales, para poder ser reproducidos de manera exacta, ya que la mayoría de documentación original a estas alturas era prácticamente ilegible, por lo que juntaron la información de documentos junto con entrevistas a los antiguos ingenieros, ya jubilados, que trabajaron en esos motores a principios de los años 70.
Esto es solo una muestra más del trato ejemplar de Porsche hacia su pasado, que no reniega de sus clásicos, simplemente admirable.
Todavía no se sabe precio y disponibilidad, pero el futuro para los coches clásicos de la marca es más que prometedor.