Cuando Koenigsegg, la firma del visionario Christian Von Koenigsegg, anuncia un nuevo lanzamiento, el mundo del motor se detiene unos instantes a contemplar su obra. Tras muchos años haciendo las cosas a su manera, son una flor que crece entre el cemento, entre la lógica y la eficiencia de la industria.
Por eso, cuando se cumplen 20 años del primer Koenigsegg CC8S de producción y el propio Christian entra en el club de los cincuentones, algo tenía que sacarse de la manga la gente de Ängelholm y así ha sido.
Desvelado en The Quail, la celebración de todos estos hitos se llama Koenigsegg CC850. Por fuera, la reinterpretación de la icónica silueta que puso a Suecia en el mapa de los hypercars; por dentro, una carta de amor a la ingeniería mecánica.
Así las cosas, el CC850 resume la innovación de dos décadas en Koenigsegg para traer una experiencia de conducción tan extrema como envolvente. Pero, esta vez, lejos de los fuegos artificiales que acostumbramos a leer cada vez que se presenta un superdeportivo, parece ser cierto. Y a juzgar por la gran demanda que ha hecho que se construyan 20 unidades más que las 50 previstas, nos lo creemos.
Entonces, ¿qué tiene el CC850 que lo hace tan especial? Más allá de apelar al pasado de la marca o de jugar con potencias disparatadas, este aparato tiene para sí una patente que une lo mejor de ambos mundos. En Koenigsegg lo llaman ESS o Engage Shift System y permite al conductor, a voluntad, alternar entre una caja automática de nueve relaciones o -atentos-, ¡una manual de seis! Por no hablar de que varía la relación de cambio según el modo elegido.
Imaginamos que el futuro poseedor de un CC850, si es que alguna vez se aventura a sacarlo del garaje, no querrá tener que pisar un embrague para contener más de 1000 CV y preferirá ponerlo en modo D. Problemas del primer mundo.
Esos más de 1000 CV salen, en este caso, de un apretado V8 de 5 litros Twin Turbo; 1185 CV para ser más exactos y 1385 CV si echamos etanol en el depósito. Lejos quedan los tiempos del 4.7 V8 del CC8S, cuando 655 CV nos parecían una barbaridad. Hoy, con el doble de potencia y sumando unos locos 1385 Nm de par, nadie se sorprende demasiado.
Relación peso-potencia de 1kg/CV, hardtop desmontable, sistema de elevación del frontal, unos generosos frenos de 6 pistones con discos de 410mm delante y 4 pistones con 395mm detrás… Y no han trascendido muchas más cifras de un CC850 que, como sus ancestros, se vale de unas dimensiones contenidas (4’36m de largo, 2,21m de ancho y 1,12m de alto).
Solo nos queda decir: Christian, déjanos catar uno por favor. O al menos frotarte un décimo en la coronilla. Mientras tanto, os dejamos con un vídeo de Jeremy Clarkson probando el Koenigsegg CC8S en su día. Old but gold .