Presentar un coche 100% eléctrico dentro del catálogo de productos de una marca de claro corte pasional podría parecernos contradictorio y chocante hace apenas unos meses. Sin embargo, la tendencia actual hace, no sólo que sea habitual, sino que sea hasta esperable, e incluso deseable. A día de hoy, sobrevivir sin electrificación no resulta una estrategia sencilla de sostener.
Así pues, CUPRA no quiere quedarse atrás, ni quiere, ni puede, evidentemente. La evolución de la marca en este sentido ha sido la lógica y normal. El primer modelo, el CUPRA Ateca se ofreció en versiones de motores térmicos tradicionales, y así sigue siendo de hecho. Posteriormente, el CUPRA Formentor y el CUPRA León, aunque con motores de combustión como protagonistas, introdujeron entre sus opciones los híbridos enchufables. Y ahora, en esta tercera fase, se implementa en su catálogo el CUPRA Born, totalmente eléctrico.
En puridad, el Born viene a mantener la misma esencia de deportividad, distinción y pasión que todos sus hermanos, pero con un corazón eléctrico que le hace tener ese punto diferencial. Se sitúa en un segmento del mercado bastante concreto, muy focalizado, donde VW ID.3 e Hyundai ioniq 5 podrían ser su competencia directa; aunque la ecuación se complicaría si metiésemos a otros híbridos enchufables de corte parecido como Audi A3 40 TFSIe o el Mercedes clase A 250e, entre otros. No obstante, todo esto es adelantar acontecimientos, y conviene ir paso a paso.
El CUPRA Born fue presentado un 25 de mayo en el barcelonés barrio de El Born, del que toma su nombre. Es un barrio de decoración y sabor medieval, donde el ocio y la vida urbana nocturna marcan el devenir de la vida diaria de sus vecinos. Es un sitio genuino, con mucha personalidad, donde Santa María del Mar o el museo Picasso le hacen un sitio culturalmente muy especial. El hecho de haber elegido un barrio en lugar de una localidad resulta cuanto menos curioso, otro aspecto diferencial de este vehículo, que siendo el primer eléctrico, también merece una denominación distinta, reflejando la ruptura del patrón habitual hasta ahora.
Motorizaciones.
En esta ocasión, queremos empezar la descripción del vehículo al contrario de lo habitual. Comencemos por su motorización, que es lo realmente llamativo y novedoso, y posteriormente descubriremos sus formas. Sus motorizaciones eléctricas se resumen en tres niveles de baterías de iones de litio: un primero de 45 kWh, que desarrolla 150 CV, con 340 km de autonomía teóricos; un segundo de 58 kWh, con 204 CV o 231 CV con el paquete e-Boost de mayor rendimiento, y 420 km de autonomía; un tercero de 77 kWh, con los 231 CV de potencia y 540 km de distancia a recorrer es el más potente y resistente.
Resulta interesante aunque no sorprendente que comparta sus propulsores con el ID.3, algo que no hace que sean asimismo, diferentes, ya que el paquete e-Boost le permite ese extra de potencia que le sitúa como un modelo ciertamente más emocional, más pasional, más aspiracional. La pega es que hasta 2022 no se podrá equipar este paquete de rendimiento.
Cómo se compara con el Volkswagen ID.3.
Aprovechando esta referencia a las diferencias de posicionamiento con el ID.3, conviene apuntar que comparte muchos de los elementos, al tiempo que nos permitirá ir descubriendo un poco más al Born. Ambos se asientan sobre la plataforma MEB del Grupo Volkswagen, aunque en tamaño son relativamente parecidos, el Born llega hasta los 4320 milímetros de largo, 180 milímetros de ancho y 1530 milímetros de alto, y una distancia entre ejes de 2760 milímetros, con lo que resulta 2 centímetros más ancho y 6 centímetros más largo que el ID.3.
En peso, y dado que no se ha revelado por la marca, lo podemos situar entre los 1.800 kilogramos del ID.3 y los 1.500 kilogramos del León, como referencias más próximas, pero más cercano al VW que al SEAT, dado su carácter eléctrico 100%. A nivel de equipamiento, tienen bastante en común, aunque es cierto que el interior del ID.3 tiene un aire más futurista y el Born es quizás más deportivo, menos funcional. En cuanto a calidades, sí se sitúan en un escalón parecido, comparten por ejemplo el Head-Up Display con realidad aumentada, poco habitual aún hoy en coches. La disposición de mandos y la fisonomía interior, y por supuesto, exterior, es casi opuesta.
Sobre esta base, el CUPRA Born se nos revela como un coche atractivo, un compacto urbano de los llamativos. Y es que ese emblema sobre el capó (por primera vez en la firma española) empieza a pesar, y en el mejor de los sentidos. La ventaja actual de presentar un producto CUPRA es que es CUPRA, ya que merecida y trabajadamente, se ha posicionado a las mil maravillas en los mercados europeos, ocupando una posición propia, destacada, una parcela muy marcada dentro del Grupo VW.
Diseño exterior del CUPRA Born
El exterior es sencillamente una continuación de lo que podemos ver en el Formentor, quizás el modelo más carismático hasta la fecha, y por extensión y evidentes similitudes, en el León. La delantera, eso sí, es la parte del coche con menor presencia de CUPRA, puesto que la casi ausencia de parrilla, tan sólo presente en un fina línea bajo el capó, sirve para albergar cámara y la fuente de la marca. Bajo ella, un paragolpes muy limpio, sin líneas de expresión, con ángulos muy redondos, y que terminan en la parte más baja con un amplio difusor, unas rejillas para la refrigeración de las baterías, con una firma angulosa auténtica, y ese color cobrizo tan propio de la marca. La composición de la delantera se ve rematada con unos faros en posición descendente, con líneas LED que le dan agresividad. Una agresividad que se completa con un capó recortado, escueto ‒como buen coche eléctrico‒ cuya principal característica es que presenta unos nervios cortos justo a los dos lados del marcado y llamativo logo de CUPRA, que junto con la gran inclinación, le hacen parecer más bajo aún.
La vista lateral es menos rompedora, con una línea que recorre a la altura de los tiradores de las puertas que estiliza su figura, y donde lo más destacado está en los pilares. Si bien el pilar delantero no resulta del todo estético, por esa inclusión de cristal (un detalle algo antideportivo, si se nos permite la licencia), el pilar trasero le confiere grandes dosis de personalidad, con unas figuras geométricas insertadas en forma de pequeña superficie granulada. Las llantas, en cualquiera de sus posibilidades, de 18, 19 o 20 pulgadas, son atractivas, modernistas y casi todas con mucha superficie, dejando apenas ver a través de ellas. Todas con los detalles cobre, por supuesto, y en tamaños de goma desde las 215 a las 235, unos medidas nada desdeñables para un teórico compacto.
La trasera, por su parte, es la zona más CUPRA del Born. Esa línea luminosa que recorre toda la superficie del maletero, la cual no es toda ella la luz de freno, junto con unos faros realmente similares a los de sus hermanos de la marca, le definen como un CUPRA. Sí es cierto que la gran visera en la que culmina el techo, con esa gran caída, resulta llamativa y está estupendamente enmarcada en esta bonita trasera. La única pega de este diseño tan estético es que, naturalmente, la visibilidad se ve comprometida, pues la superficie acristalada es, honesta y objetivamente, reducida. Esta zona anterior del coche se ve culminada con un gran difusor trasero, con un estilo ‘sportive’, e incluso algo campero, pero sin renunciar nunca a su esencia de coche urbano aspiracional. Por encima del difusor, esa gran pieza de plástico en color negro es lo que rompe una trasera que, creemos que hasta este elemento, estaba bien conseguida.
Disposición y diseño interior deportivo
Respecto al interior, lo primero que llama la atención son sus bonitos y contundentes asientos tipo bucket. No es que sean nuevos para la marca, pero no por ello dejan de sorprender ni de agradar. Recogen a las mil maravillas, aunque es cierto que limitan y bastante la visibilidad de las plazas traseras. También es de destacar las continuas inserciones del salpicadero y de la consola con las clásicas molduras de color cobre, que nos ayudan a identificarlo clara y rápidamente como un auténtico CUPRA. La nota sostenible y medioambiental la ponen los plásticos reciclados fabricados a partir de deshechos del mar. Por lo demás, el nivel de dotación tecnológica es alto, como suele ser habitual en el Grupo VW, aunque eso sí, el contrapunto lo pone una discretísima pantalla tras el volante de tan sólo 5 pulgadas, y la ausencia casi total de mandos físicos.
Cierto es, que en sentido contrario, la pantalla central de 12 pulgadas y el magnífico hueco portaobjetos central (con carga inalámbrica) compensan y amortiguan el golpe. El volante sí resulta agradable a la vista, al tacto y en el funcionamiento. Posee en él gran parte de las funciones que uno requiere durante la conducción, a excepción de la climatización. En él se condensan el empleo de sistemas de audio, modos de conducción o asistentes de conducción. Por último plazas traseras, aunque suficientes, tampoco son excesivamente amplias.
Compacto cargado de tecnología
Llegados a este punto, y tomando los modos de conducción como primer aspecto de la dotación tecnológica, entramos en la última de las cuestiones a tratar. Presenta cuatro modos de conducción: Range, Comfort, Individual y CUPRA. Dado que el coche aún no se ha presentado de forma dinámica, desconocemos el alcance de cada uno de ellos. Presenta, por supuesto, conectividad con Android Auto y Apple CarPlay, además de un sistema de servicios en conducción llamado CUPRAConnect, que se activa con el comando “hola, hola”, sencillamente, y por supuesto, se cuenta también con el ya mencionado Head-Up Display y navegación 3D. Las cargas de la batería, aceptan hasta 125 kW (con la batería de 77 kWh) en corriente continua, lo que permite, por ejemplo, y valga como dato de su buena capacidad de carga, situarse en 100 km en tan sólo 7 minutos, en condiciones ideales.
Fechas de entrega estimadas del nuevo CUPRA Born 2021
Para su adquisición, los más rápidos deberán esperar hasta noviembre, aunque ya está disponible para ser configurado en la web de la marca, en precios que se mueven entre los 31.600€ en la versión de acceso y los 37.620€ en la versión más avanzada disponible hasta el momento. Así pues, sin descuentos y de base, el Born es sensiblemente más económico que el ID.3, dato sorprendente si vemos cómo se posicionan frente al consumidor ambos productos. La fabricación tendrá lugar en la planta alemana de Zwickau después de verano.
En definitiva, y por el momento a falta de un análisis más profundo y las necesarias pruebas dinámicas, el CUPRA Born es un producto conservador y vanguardista al mismo tiempo dentro del catálogo de CUPRA. Es conservador porque no se atreve demasiado con diseños novedosos o rompedores, sino que sigue la línea del tremendo éxito de CUPRA, cosa lógica por otro lado. Y es vanguardista porque supone la entrada de cabeza de CUPRA en la electrificación total de un modelo, y lo hace mediante un compacto, que además, y como segundo elemento de vanguardia, tiene un sabor deportivo. Nada mejor que las palabras de Griffiths en la presentación para resumir la idea de la corporación con el Born: “El CUPRA Born supone un cambio en las reglas del juego del mercado eléctrico y el impulso de la transformación de la compañía”.