BMW transfiere la esencia deportiva de su nuevo Serie 4 Coupe con una nueva versión de techo descapotable, y esta vez… ¡Es de lona!
De primeras, el nuevo BMW Serie 4 ha dado de que hablar desde que se ha presentado, principalmente por su contundente frontal afilado y las nuevas – y enormes – parrillas verticales que tanto se han criticado en redes sociales las últimas semanas, pero visto en persona es un diseño que funciona, y por alguna razón, funciona mejor con la parrilla cromada presentada en esta unidad, especialmente con esta combinación, un color exterior en verde oscuro, específicamente Sanremo Grün, y el interior beige claro… Aunque puede ser también que me esté haciendo mayor.
El gran cambio respecto a la generación anterior
En esta ocasión, BMW presenta el Cabrio con un cambio bastante notable respecto a la primera -y anterior- generación del Serie 4, de la caja F33. Y es que en esta ocasión BMW apuesta por un techo de lona, como todos sus antecesores hasta la llegada del E93.
Y eso nos gusta. El cambio de techo es, sin duda, un cambio a mejor, sustituyendo un pesado techo duro, que sumaba más de 200 kg, y que lastraba, especialmente, a las unidades con las motorizaciones menos potentes.
En el caso de esta nueva versión con techo de lona, BMW promete que el peso del sistema es un 40% más ligero respecto al sistema utilizado anteriormente, un confort acústico y térmico muy superior al de una capota de lona tradicional, y un espacio de carga mucho mayor, ya que no tienes que guardar el gigante techo duro en la parte del maletero.
Este nuevo mecanismo, permite su funcionamiento hasta 50 km/h, y finaliza el proceso para apertura/cierre en solamente 18 segundos.
Y aunque la belleza subjetiva, el techo de lona da a este Serie 4 un aspecto mucho más elegante.
Mientras que el techo duro puede llegar a funcionar bien a nivel de diseño en un deportivo o coupe biplaza, como podemos ver en un Mercedes-Benz SLK o SL, en un vehículo de 4 plazas tiende a deformar su silueta, sobre todo si lo comparamos con las líneas de su versión Coupe.
Sensaciones Premium de su interior.
En esta nueva generación de los Serie 3 y Serie 4, vemos una mejora muy notable en calidad de interiores, mejor ergonomía y un cockpit orientado a la conducción, dando así, sensaciones mucho más deportivas. Además, dispone de un cuadro de instrumentos digital de 12,3” y un sistema multimedia situado en la parte central del salpicadero, con pantalla táctil de 10,2”, lo que supone una mejora tecnológica respecto a la anterior generación.
Su espacio interior también crece en tamaño, y no solo hay espacio suficiente en su parte frontal, sino que también en los asientos traseros, que son suficientemente grandes para ir cómodo detrás, incluso para viajes largos.
Selección de motores, con una ausencia.
La selección de motores de este BMW Serie 4 Cabrio la componen 4 mecánicas: En su versión diésel llegaría inicialmente un 420d Cabrio con 190 CV y 400 Nm, mientras que de gasolina comenzaría con el 420i Cabrio con un propulsor de 2.0 Turbo de 184 CV y 300 Nm, un 430i Cabrio con un 2.0 Turbo de 258 CV y 400 Nm, el M440i xDrive Cabrio con un 3.0 Turbo de 6 cilindros que proporciona 374 CV y 500 Nm, este último presenta como novedad tecnología Mild Hybrid, al igual que la variante Diésel para aumentar su dinamismo y eficacia, llegando a aportar 11 CV adicionales en el caso de la motorización del M440i.
El gran sacrificado en esta nueva generación es la opción de escoger una caja manual, al menos, de momento. En su lugar, este Serie 4 Coupe presenta de serie un convertidor de par de 8 velocidades llamado Steptronic, que se caracteriza por su eficiencia.