Nuevo BMW Serie 2 Coupé 2022: ¿Demasiado cambio?

El BMW Serie 2 se ha caracterizado desde su inicio por su marcado carácter deportivo, y esto es así, porque rápidamente cuando se piensa en un Serie 2, uno se va a la carrocería coupé. Es cierto que son muchas otras las modalidades en las que el serie 2 ha circulado por las carreteras, como Grand Tourer, Active Tourer, Cabrio o Gran Coupé. Por ello, la presentación de la carrocería más emblemática de un coche con varias caras, es, sin duda, una noticia interesante para el mundo del motor.

Y lo es, además por lo que ha significado el BMW Serie 2 en su no excesivamente dilatada existencia (tan sólo desde 2013). En un principio fue la alternativa natural, la evolución si se quiere ver así, del Serie 1 Coupé, pero rápidamente se posicionó como algo más que eso. En sus versiones más mundanas fue un coche atractivo, asequible y hasta casi funcional, de no ser por su reducido y escaso maletero. Y en sus formas más radicales, como el compensado M240i más reciente o el altanero M2 Competition, ‒por no hablar del radical M2 CS, por supuesto‒, ha llegado a ser un referente de comportamiento dinámico, de estética trabajada y cuidada, siempre con una apariencia agresiva y clásica, contenida, sin renunciar a toques de modernidad, pero sin excentricidades.

Todo eso que supuso el BMW Serie 2 durante tantos años, debe llegar y ha llegado el momento de renovarlo, y así lo ha entendido BMW. Tras varios años en el mercado, manteniendo un diseño de 2013 como decíamos, presentado en versión coupé en 2014 en el Salón de Detroit, era el momento de darle una vuelta de tuerca a este modelo. Si bien es cierto que no ha quedado desfasado, ni siquiera otros modelos de la marca han adelantado en estética a este modelo, pero algún cambio era necesario.

Si lo ofrecido por BMW en esta nueva versión es o no lo esperado, y si contenta o no a los seguidores más fieles de la marca bávara, es harina de otro costal. Es cierto que toma elementos de otras ‘series’ superiores de BMW, como del Serie 4 Coupé en componentes, del Serie 1 en delantera o incluso del X3 en ciertos rasgos estéticos como las ópticas traseras, pero realmente no se asemeja demasiado al BMW Serie 2 Gran Coupé, lo que no deja de resultar curioso y llamativo.

Diseño exterior e interior: Riesgo y conservadurismo a partes iguales

En general, a nivel de diseño, tanto interior como exterior, que es sobre todo lo que de momento se puede analizar con más precisión a falta de más detalles, destaca por un cambio muy palpable, aunque no algo radical, sí bastante acusado.

A nivel exterior, la trasera parece ser donde más se ha innovado. A primera vista, los faros de tan reducido tamaño, pueden resultar algo irritantes, porque en conjunción con un paragolpes excesivamente cuadrado y poco redondeado, le dan un aire menos dinámico y deportivo del que estábamos acostumbrados con la generación anterior. Se sitúan en una posición muy elevada, y da la sensación de que hay demasiada parte de carrocería sin cubrir. Por más que el paragolpes en su parte más pegada al suelo nos ofrezca unas salidas de escape prominentes y un ensanche también pronunciado, no termina de quedar una trasera redondeada y clavada, como sí ocurría con el anterior. La polémica está servida, que comience el baile de opiniones encontradas.

Respecto a la delantera, dos riñones más comedidos que en otros modelos, como el Serie 3 o el Serie 4, le dan un aire y un sabor más BMW clásico, lo que unido a unas ópticas de un tamaño realmente contenido (con un clara referencia al BMW 02 del ‘66), una anchura adecuada y unos difusores elegantes, hacen de la delantera la parte quizás más atractiva y vistosa del nuevo Serie 2.

Apuntar que esta parrilla de riñones más clásicos presenta unos difusores que se abren o cierran en función de la refrigeración requerida. Una pequeña meseta en la parte superior del capó, le confiere empaque a la perspectiva frontal.

En la vista lateral, una línea de estilo que la recorre de capó a maletero le imprime músculo, le dan fuerza y le ayudan a demostrar carácter. Respecto a las llantas, algunas de las imágenes pertenecen a un M240i xDrive, que pasa por ser una de las terminaciones más potentes, por debajo de los M2 en sus diversas modalidades, lo que implica que también en su apariencia sea más ‘sportive’.

Por su parte, en las fotos de la versión convencional también podemos que se trata de unas generosas llantas de 17 pulgadas, con ese acabado en mate-pulido que tan bien sienta a los BMW actuales, pudiendo elevarse las pulgadas hasta a 18 o 19, según extras y acabados. Esta vista lateral tiene fuerza, presenta músculo, con un largo capó, una caída del techo muy coupé y una trasera muy recogida.

El interior presenta un valor diferencial frente al Serie 2 que veníamos viendo, y es la dotación tecnológica. Como es lógico, hay mayor carga de tecnología, con rimbombantes nombres de elementos tremendamente útiles y seguros, como el BMW Live Cockpit en versión Plus o Professional, la conectividad Android Auto y Apple CarPlay, aviso de colisión frontal, detención automática, velocidad de crucero adaptativa o sistema de prevención de alcance trasero, todo ello basado en el BMW Operating System 7, el último software de conectividad de BMW. La pantalla es de 8,8 pulgadas, quizás mejorable en tamaño, es apoyada por un buen cuadro de instrumentos, por algo de reconocible y loable instrumentación física, y por esos virtual cockpit opcionales.

Por lo demás, se mantiene en la estética de un BMW Serie 1, o un BMW Serie 3, quizás más cerca del primero. Un volante a la altura de lo que se espera de la marca bávara, unas molduras en acabado aluminio elegantes, una palanca corta y unos envolventes y acogedores asientos hacen el resto. El nivel de acabado de los materiales, se presupone y se da por hecho la alta calidad, como no puede ser de otro modo.

Dimensiones y motorizaciones: Impera la lógica

En cuanto a dimensiones, el BMW Serie 2 se mantiene en unas cifras contenidas, lógicas en un coche de este segmento y esta carrocería, pero en líneas generales algo superiores respecto al modelo anterior. Así, tiene 4537 mm de largo (105 mm más), 1390 mm de alto (28 mm menos), 1838 mm de ancho (64 mm más), con unos buenos 2741 mm de batalla (51 mm más). El maletero se queda en 390 litros, una cifra que no está nada mal para un coupé. Habrá que estar atentos a la distribución de los mismos.

Cuestión importante, el corazón de este coche. En cuanto a motorizaciones, vaya por delante que todos los motores son automáticos con cambio Steptronic de ocho velocidades, contando con levas, eso sí, en Steptronic Sport. Por el momento, se comercializará con motores diésel y gasolina del siguiente modo: 220i  de 2.0 litros y cuatro cilindros, tracción trasera, de 184 CV y 300 Nm; 220d de 2.0 litros MHEV y cuatro cilindros, tracción trasera, de 190 CV y 400 Nm; y el más poderoso M240i xDrive de 3.0 litros y seis cilindros, tracción total, 374 CV y 500 Nm.

Entendemos que estos serán los motores del modelo base, ampliándose cuando se vayan desvelando otras carrocerías, sobre todo por la parte alta, con mayores potencias en versiones M2. Por último, los precios van desde 40.700€ del 220i hasta los 67.500€ del M240i, pasando por los intermedios 45.150€ del 220d, todo ello sin hablar de extras ni opcionales.

Como conclusión, el nuevo BMW Serie 2 Coupé ha acertado en el momento de la renovación, aunque al modelo anterior aún le quedase vida, con grandes aciertos a nuestro modo de ver en equipamiento y motorizaciones, que realmente sólo hacen continuar la línea de lo anterior, pues si algo funciona, ¿Por qué cambiarlo? Pero quizás ciertos elementos estéticos no terminan de mejorar lo que había ni de convencer a apasionados de BMW, de deportivos y de objetos de culto, como es este BMW Serie 2.