MC12, la più sportiva Maserati
El final de los 90 nos dejó toda una prole de hipercoches de tirada muy limitada que, o bien encontraban su reflejo en versiones vitaminadas para la categoría GT1, o bien eran la derivación directa de aquellos bólidos de carreras, sin más pretensiones que las de cumplir los cupos de producción para su homologación. De estos maravillosos años nos quedaron ejemplos como el Mercedes CLK GTR, el Porsche 911 GT1 o incluso el todopoderoso McLaren F1, mitos de los que tarde o temprano tendremos que dar debida cuenta.
Siguiendo esta estela y ya en los inicios de los 2000, Ferrari presentaba su nuevo coche "halo", sucesor de los F40 y F50; el Enzo. Por si no fuera poca responsabilidad cumplir con un legado tan grande, recibió el nombre del fundador de la marca, echando el resto desde Maranello.
Es en esta coyuntura que Maserati, ni corta ni perezosa y propiedad también de FIAT por aquel entonces, se sirvió de la base del cavallino más extremo del momento para crear su canto de cisne. Así comienza la historia de hoy, la del Maserati MC12.
Si el Enzo se presentó en 2002, no fue hasta 2004 cuando Maserati, después de trabajar duramente en colaboración con Ferrari para el asalto al campeonato de GT1, presentó el MC12 en su versión de calle, Stradale. Mientras que el Ferrari podría parecer una amalgama de aristas y líneas afiladas por doquier, no del agrado de todo el mundo, el MC12 seguía unos trazos delicados nacidos de la mano de Frank Stephenson.
Del dominio indiscutible del MC12 de carreras y de sus versiones Corsa hablaremos otro día, pero a consecuencia de esa superioridad en la competición y de una cierta libertad para interpretar el reglamento (¿cómo de italiano es eso?), la segunda tirada de 25 unidades del MC12 de calle tuvo que recortar su longitud total en 150mm.
Con todo, siendo más ancho y largo que su hermano y algo más alto por su toma de aire superior, el MC12 tenía un cierto estilo longtail que, sumado a su ausencia de ventanilla trasera y el techo targa, marcaba mucho las distancias respecto a aquel.
Este "maquillaje" al Enzo seguía en el interior, con ambiente algo más lujoso gracias a la combinación de cuero azul, fibra de carbono y Brightex, un novedoso material derivado de la industria de la moda y de aspecto metálico. Aun así, nada escondía que se trataba de un homologation special.
A pesar de tanto cambio externo, en las entrañas poco o nada cambiaba. El chasis de fibra de carbono era compartido, el esquema de suspensión tipo push-rod también y ambos se valían del motor F140 de Ferrari, un V12 a 65º de 6 litros de cubicaje unido a una caja semiautomática de 6 relaciones.
No obstante, por ser Maserati, por cumplir las regulaciones o por no superar al hermano mayor (quizás un poco de todo), el MC12 entregaba 632 CV y 652 Nm versus los 660 CV y 657 Nm del Enzo. El corte se quedaba algo más atrás también, en 7700 rpm frente a 8200, y se partía de ligeras diferencias en la puesta a punto del conjunto muelle-amortiguador, así como de la caja de cambios, llamada Cambiocorsa en el Maserati (temido nombre entre propietarios).
Tampoco sabemos qué razón llevó a prescindir de los frenos carbocerámicos del Enzo en virtud de unos más mundanos con discos de acero.
Sea como fuere, el MC12 conseguía un 0-100 en 3,8 segundos, bajaba de los 10 segundos en el 0-200 y alcanzaba una punta de 330 km/h, inferior a la del Enzo por su mayor arrastre aerodinámico. Pero lo más impresionante era su capacidad de pegarse al suelo y transferir toda la potencia del V12, haciendo que, por ejemplo, batiera al Ferrari en el circuito de Top Gear; un dato tan revelador como poco trascendente.
En su momento, las 50 unidades producidas de este Stradale fueron entregadas a un precio aproximado de 600000€ y hoy día cambian de manos por más del doble. Sin tener un relevo a la vista en la casa del tridente, el MC12 parece ser otro de esos cometas Halley del mundo del motor que cada día esperamos que vuelva a aparecer ante nuestros ojos.
Así fue y es el MC12, la più sportiva Maserati di sempre. Y qué queréis que os diga, tiene un aura especial, algo que haría que me lo llevara a casa antes que un Enzo, ¿no crees?
