El Lamborghini Countach es un icono no solo de su época, sino de la historia del motor. Solo hay que ponerse en el año 1974, cuando Lamborghini pasó de fabricar un coche con líneas suaves, muy a la italiana de los 60, a crear un diseño tan angular, con tantas aristas y tan radicalizado.

Esta revolución de diseño duró hasta 1990, con la llegada del Diablo, pero en los años que se encuentran por medio, el Lamborghini Countach sufrió muchos cambios, para adaptarse al mercado.

En 1985 decidieron que solamente ese diseño de aristas no era suficiente para competir con el tan aclamado Ferrari Testarossa que prácticamente acababa de salir de Maranello y se estaba llevando todas las portadas. Para poner solución a esto, Lamborghini presentó el Countach LP5000 QV (o Quattrovalvole), utilizando ahora, como bien dice el nombre, unas culatas con 4 válvulas por cilindro. Además, se aumentó la cilindrada hasta los 5,2 litros. Estas modificaciones dieron como resultado que se sacasen 449 CV, bastante superior a los 390 CV del Testarossa.

El QV era radical, bruto, y cualquier tipo de adjetivo del estilo cuando lo veías, con unos pasos de rueda mucho más ensanchados que los que originalmente equipaba, además de un gigante alerón que quitaba la ya poca visibilidad que tenía en la luna trasera y no aportaba nada a nivel aerodinámico.

Con esto todo se forjó una leyenda y un mito en la automoción de los años 80, razón por la cual, si queremos un Lamborghini Countach a día de hoy, hay que dejarse 260.000 euros como mínimo.

¿Entonces por qué se vendió este Lamborghini Countach por menos de 80.000 euros

La respuesta es que se trata de una réplica. Lo más alucinante es que puedes quedarte viendo cada detalle y apenas encontrarás diferencias, al menos a simple vista.

Esta unidad fue creada en 1992, con un kit llamado Mirage MK. I, y es bastante conocida en la comunidad, ya que salió en la portada de una revista especializada en kit cars.

A nivel estético, esta réplica posee exactamente las mismas medidas que el coche original, y está fabricado en fibra de vidrio sobre un chasis tubular.

La principal diferencia con el original es bastante obvia, el motor. Este equipa un motor Rover V8 de 3,5 litros de cilindrada, que puede sonar a poco, pero es conocido por ser bastante fiable. La caja de cambios proviene de un Renault 30, y tiene 5 velocidades.

Donde las réplicas suelen fallar es en su interior. Cualquier replica de Ferrari basado en un Toyota MR2 que encuentres por Internet, sigue teniendo un interior de Toyota, por mucho logo que tenga en el volante. No es el caso de este Countach by Mirage.

Todas las piezas del interior son una réplica exacta de las originales, tanto su salpicadero, como su cuadro de instrumentos y sus botones. ¡Incluso tiene la radio Alpine de los ejemplares originales!

El coche se vendió el Sábado 12 de Diciembre en la subasta de Historics de Ascot por 71.680 libras, superando sobradamente lo estimado, que era entre 44.000 y 54.000 libras.


Publicado el 
14/12/2020
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