Hasta 2015, el BMW X6 campaba prácticamente a sus anchas en un nicho de mercado inexplorado; el de los SUV Coupé. Fue entonces cuando Mercedes quiso subirse al carro de un segmento que era casi como su hijo, con el lanzamiento del GLE Coupé. Desde aquella primera generación, hecha de retales y casi obligada por los bávaros, ha llovido mucho. Tanto que el nuevo GLE es ahora un coche más madurado y que no vive a remolque de los tiempos que le ha tocado vivir, sino que se adelanta a ellos.
Así, el Mercedes GLE Coupé, ofrece todos los prismas: gasolina, diésel, híbrido enchufable con gasolina o diésel.., escalando hasta el todopoderoso AMG GLE 63 S. Y en Sexta Marcha hemos probado la versión más extraña, la 350 de; 320 CV y 700 Nm de par máximo de una unión diésel + eléctrico. Quédate que te lo contamos todo.
Historia
La saga GLE, tal y como la conocemos, nace en 1997 con el lanzamiento del Mercedes ML. La denominación GLE actual llegaría en 2015, con el restyling de la tercera generación (W166). Es justo ese año, cuando se añade a la familia una variante coupé para competir con el BMW X6.
Este GLE Coupé pertenece ya a la cuarta generación del modelo, W167, lanzada en 2019 y con una actualización de sus motorizaciones en 2021 -incluyendo las híbridas enchufables-. Cuenta con un diseño que, aunque continuista, se siente por fin moderno y actual y supone un enorme salto cualitativo en casi todos los apartados respecto al primer GLE Coupé. Un avance que también se deja notar en su vocación cada vez más asfáltica y alejada de la actitud offroad del primer ML.
Características
Si algo es el GLE Coupé a simple golpe de vista, es un gorila. Con unas formas enormes y musculosas, supone una silueta mastodóntica que hace girar cabezas y que es percibida por el común de los mortales como aspiracional. Porque el GLE Coupé rezuma prestancia y una estética SUV que es plato de buen gusto para la mayoría del público.
Con un frontal de grandes dimensiones donde se incluye un logo de Mercedes generoso, unos pasos de rueda ensanchados y un acuñamiento general de todo el coche, se siente poderoso y sólido; como si fuera a resistir el impacto de un tren de mercancías. Todo ayuda para ello y sus casi 5 metros de largo y 2 de ancho, también.
En las tripas, una receta lo suficientemente ecológica para hacerse merecedor de una pegatina 0 emisiones: un motor diésel de cuatro cilindros en línea de 194 CV y 430 Nm de par máximo unido a un motor eléctrico de 134 CV y 300 Nm. Dos curvas de potencia y par que, unidas, son capaces de entregar hasta 320 CV y 700 Nm de par máximo.
Para ser capaz de que dos motores así se entiendan, este GLE recurre a una caja de convertidor de par 9G-TRONIC con, efectivamente, 9 velocidades. Solo así se entiende cómo este coloso, que declara casi 2700 kilogramos de peso, puede acelerar de 0-100 en 6,9 segundos y llegar hasta los 210 km/h.
Y no, no toda la parafernalia técnica acaba con la hibridación y una avanzada caja de cambios. El nuevo GLE Coupé es una apuesta tecnológica apabullante, lleno de sistemas, trucos y siglas de nombres impronunciables para otorgar lujo, confort y camuflar su verdadera naturaleza.
Tenemos el tradicional paquete de asistentes a la conducción, faros MULTIBEAM LED, cámaras por todas partes, asientos ventilados y calefactados con masaje.., y, como guinda del pastel, la nueva generación de la suspensión AIRMATIC de Mercedes que merece mención aparte.
¿Por qué? Porque es una suspensión que trabaja en dos frentes para disimular las 2.7 toneladas del GLE y que se sienta “ágil”. Por un lado, la amortiguación adaptativa regulable adapta en tiempo real la característica de amortiguación al estado de la calzada y a la situación de conducción. Por otra parte, y al mismo tiempo, la neumática mantiene constante la altura del vehículo, con independencia de la carga, y puede variar la altura libre sobre el suelo, de manera automática o manual.
Al final, un conjunto sobredimensionado para conseguir unas maneras impropias de su tamaño y peso, redondeado por unos frenos acordes a los que se añade la regeneración eléctrica y unos rodillos de 275/40/22 delante y 325/35/22 detrás.
Vida a bordo
Basta sentarse en los maravillosos butacones del GLE Coupé para empezar a darse cuenta de qué va todo esto. El mullido es fabuloso y la calidad del cuero es palpable e invita a realizar largas sentadas sin apenas esfuerzo. Suma a eso todo regulable y eléctrico, calidades soberbias allá donde mires, mandos físicos para la climatización -aleluya-, y por supuesto, la última versión del sistema de infotainment MBUX.
Un sistema que está a la vanguardia del sector y que responde con absoluta fluidez y de forma rápida, ya sea de manera táctil, con los mandos del volante o con el touchpad de la consola central, que añade varios accesos rápidos. Una cantidad de información que puede resultarte abrumadora, pero que se vuelve fundamental una vez has superado su curva de aprendizaje. Todo, obviamente, con un nivel de personalización absoluto a gusto del conductor.
Todo está bien rematado, a mano y pensado para hacerte la vida más sencilla – al menos, una vez te has acostumbrado al MBUX-. Después de una semana, resulta fácil e intuitivo realizar cualquier tarea y, sobre todo, cuesta bajarse. El GLE Coupé tiene un habitáculo de esos que invitan a quedarse dentro y, además, incluso el modelo más básico ya viene ultra equipado (abultado precio base mediante).
Podríamos estar, literalmente, horas hablando sobre el interior del GLE y quizás no le haría del todo justicia porque nos olvidaríamos de algo; es de esos coches donde tienes que sentarte y comprobarlo por ti mismo.
Electrificación
Antes de pasar al comportamiento dinámico conviene para a echar un vistazo a la parte de chispas de este coche. Como muchos otros de la familia EQ Power de Mercedes, se vale de una batería de tamaño medio y de un motor eléctrico de apoyo que, para muchos utilitarios eléctricos puros, constituiría un powertrain decente. Pero para el GLE Coupé, que dista mucho de la eficiencia de aquellos urbanitas, supone un extra de autonomía y la codiciada etiqueta de 0 emisiones de la DGT, todo un esquema y planteamiento sin precedentes ni competencia.
Esto es así porque, con más de 80 kilómetros en modo 100% eléctrico en WLTP (algunos más en su variante de carrocería estándar), el GLE 350 de Coupé se posiciona solo en el mercado. No existen hoy por hoy vehículos fuera de Mercedes que unan los motores diésel y una electrificación tan acusada y la dupla es realmente interesante.
Una batería de iones de litio de 31,2 kWh, con capacidad de carga rápida, con refrigeración líquida y conectada a un motor de 100 kW. Todo rodeado de un avanzado sistema de regeneración y de puesta en marcha que hace imperceptible el funcionamiento de todo el tren motriz
Añade peso extra y resta algo de maletero, sí, pero es la alternativa ecológica tramposilla a la variante 400d que casi iguala en precio. Tú decides: considerarte por la administración un salvador Eco y asumir contrapartes o ser vilipendiado con el seis cilindros alimentado por gasoil del 400d.
Comportamiento dinámico
¿Cómo rinde en marcha el GLE 350 de Coupé? La respuesta es: de forma sorprendente. Da igual el entorno de uso, siempre te va a sorprender. En ciudad es extremadamente silencioso, al nivel de las mejores berlinas de lujo gracias, en parte, a la electrificación. Siempre que dispongas de carga suficiente y actives el modo Confort o Electric, te obsequiará con un trayecto suave y mudo. Y si te ves apurado por sus cinco metros de largo y su escaso radio de giro, la visión de 360 grados te echará un cable para que te sea sencillo maniobrar con él.
Si te decides por circular por vías rápidas, lo mismo; apenas escucharás nada ni sentirás cansancio alguno. La pisada es soberbia y el aplomo que tiene invita a circular a ritmos altos, muy a pesar de un consumo que se va elevando, dependiendo de la carga de batería disponible (7-7,5 litros si hay, por encima de 8,5 si no hay), algo que podrás gestionar con el modo Battery Level que preserva la carga. Una vez más, no creemos que la experiencia y el agrado de marcha diste ya mucho de una berlina de lujo.
El modo Offroad, en cambio, es casi testimonial cuando calzas llantas de 22 pulgadas, de perfil bajo y con neumáticos Pirelli P Zero con sección de 325mm detrás. Que sí, que la suspensión AIRMATIC eleva mucho el coche, pudiendo aventurarte fuera del asfalto, pero no lo recomendaríamos.
Por último, signo de Sexta Marcha, llegan las curvas. Afrontar una carretera de montaña con el GLE 350 de Coupé es una experiencia de asombro constante. Jamás de los jamases habría imaginado un comportamiento tan noble y correcto viniendo de un barco de casi 2.7 toneladas; es difícil de explicar. Se sujeta mucho, muchísimo.., y entra en el viraje sin apenas titubeos, algo impropio de su especie.
Transmitir, eso sí, no transmite demasiado; la dirección es inerte, el pedal del freno peca de esa parte de regeneración previa hasta que actúan los propios frenos y el tren motriz hace subir rápido la aguja del velocímetro pero no tus pulsaciones. Pero eso no importa, porque ningún dueño de GLE 350 de lo comprará por su deportividad, para eso ya está el 63 S -que ojalá venga por aquí-.
No frustra, no resulta delicado y además corre de manera muy decente. Cómo ha cambiado la película desde aquel ML de 1997… Los SUV ya no son -dinámicamente- lo que eran.
Conclusiones
Para efectuar un veredicto sobre el GLE 350 de Coupé toca deshacerse de varios dogmas y prejuicios petrolheads. Pudiera parecer que esta prueba ha sido una ristra de elogios hacia el enemigo natural pero lo cierto es que es difícil sacarle defectos a este GLE 350 de Coupé.., al menos, algo más allá de los evidentes sacrificios que comporta el elegir un SUV Coupé híbrido enchufable de más de dos toneladas y media. Decía Albert Einstein que "si juzgamos a un pez por su capacidad de trepar árboles, este se pasará la vida pensando que es un inútil"; con los coches pasa un poco lo mismo.
Al final, como medio de transporte de lujo all rounder, el GLE 350 de Coupé cumple con nota. Es extremadamente cómodo, silencioso, lujoso y encima tienes la absoluta inmunidad diplomática de su pegatina 0 emisiones. Es verdad que pierde practicidad, capacidad offroad y lógica respecto a su variante normal, pero no es menos cierto que el GLE Coupé es la alternativa más aspiracional y “deportiva”, al menos en la estética.
Además, ni siquiera tienes que renunciar ya a los clásicos peajes de SUV tradicional, de inercias disparatadas y comportamientos erráticos. Este GLE 350de Coupé se mueve de una manera que cuesta creer para sus dimensiones y la distancia con respecto a una berlina de lujo se va estrechando cada vez más.
El gran “pero” son los más de 100.000€ de tarifa de una unidad como la que veis aquí y que existe una variante 400d que sería mucho más lógica en un mundo más lógico que este. It’s up to you, nosotros desde luego que lo echaremos de menos por el garaje.
En vídeo
¡Ah! Y que no se nos olvide, ya puedes saber todo esto y mucho más del Mercedes GLE 350 de Coupé en el vídeo que os hemos preparado en nuestro canal de YouTube; cocinado con amor y a fuego lento para vosotros. Suscríbete y no te pierdas nada.
