#Juevespec: BMW 750i Individual
La belleza está en los ojos de quien mira, o eso dicen. Habiendo desfilado por aquí todo tipo de pinturas y combinaciones, algunas con más acierto que otras, no sabemos cómo de cierta es esa afirmación, pero sí tenemos claro que hay espacio para que todo el mundo sepa encontrar su “belleza”.
Cuando buscamos las unidades que ilustran el #JueveSpec, a menudo hacemos el ejercicio de imaginar el proceso por el que sus primeros dueños se aventuraron más allá de lo que aparecía en el catálogo y de lo que la sobriedad recomienda.
En esta ocasión, el elegido es un BMW Serie 7 E38; el buque insignia de la marca bávara y donde expresaban el lujo con mayor fidelidad. A mediados de los 90, convivían en su mismo segmento de las berlinas de lujo pesos pesados como el Mercedes Clase S, el Audi A8 o el Jaguar XJ y el argumento de la serie 7 era claro; ofrecer la sensación característica de todo buen BMW, “the ultimate driving machine” con la máxima prestancia.
Con una amplia gama de motorizaciones gasolina y diésel, el tope de gama estaba representado por el 750i, un V12 de 5.4 litros (326 caballos y 490 Nm) que era capaz de llevar a sus pasajeros por las Autobahn alemanas como si de una alfombra mágica se tratase.
Es precisamente un 750i en el que nuestro querido primer comprador dejó su sello, con un encargo a BMW Individual de lo más pintoresco. Quizás no se prodigase mucho en el exterior, eligiendo un discreto-bajo pedido- Petrol Mica Metallic y unas llantas en 18” de doble medida Style 37, pero basta con abrir la puerta para contemplar un panorama muy distinto.
Esta intoxicación de azul tiene nombre y responde al Light Titanic Blue que lo inunda todo, incluido el techo. Vamos a coger aire para enumerar la lista de opcionales exclusivos…
Al cuero nappa de color Light Titanic Blue con ribete en Navy Blue de los asientos tendremos que sumarle el mismo color en los ribetes de las alfombrillas de terciopelo azul, en el tapizado de la parte inferior del volante M, en el techo revestido de nubuck, los montantes de las puertas, en la columna del aire acondicionado para los pasajeros de las plazas traseras y en los parasoles.
Todo se ve redondeado con un salpicadero en Volleder Montana Marineblau, molduras en madera de abedul y hasta el teléfono en el mismo Navy Blue de las alfombrillas. Por si fuera poco, la factura se sigue abultando con luces de lectura ajustables en la parte trasera, cajitas para pañuelos, nevera, retrovisor con brújula, telefonía y TV y DVD integrado en los reposacabezas (con auriculares y mando a distancia, por supuesto).
De los miles de marcos que hubiera costado esta unidad en el año 2000 cuando se fabricó, pensar que puede caer en tus manos por una fracción de ese precio es tentador. Algo tan único y especial bien se merecería un hueco en cualquier garaje.
Con esto cerramos el #JueveSpec de esta semana, pero no sin antes hacer una pequeña confesión; nos encantan las súper berlinas de líneas cuadradas de finales de los 90, con motores ya casi extinguidos. El romanticismo de arruinarse sonriendo.