Hace unos meses hemos tenido la oportunidad de probar uno de los coches más polémicos de los últimos tiempos desde el momento de su anuncio y lanzamiento.
Hace unos años, cuando se anunció, este nuevo vehículo en la line-up de Ford heredaba algo que no gustó a todo el mundo, su nombre.
El primer Ford Puma era un deportivo económico, de esos que se llevaba a finales de los noventa, y su estética, utilidad y manejo, consiguió enamorar al gran público, que conserva un bonito recuerdo a día de hoy, un par de décadas después.
Pasan esas décadas, y Ford presentaba un nuevo Puma, rodeado de hype por lo que podría llegar a ser el regreso de un coche pasional, deportivo, y económico, pero el resultado final, fue un crossover derivado del segmento B, o lo que coloquialmente se le podría llamar “Un Fiesta levantado”.
Pero, ¿Es realmente una herejía el nombre, o solamente estamos siendo algo piel fina? Lo descubrimos.
Puma ST: Las cosas se ponen picantes
La verdad es que mientras me acercaba al Puma ST, lo miraba con algo de dudas, y con algo de escepticismo: ¿Es un crossover de esos, pero con un motor algo más picante? ¿Es verdaderamente un compacto deportivo? ¿Es un coche más para exprimir el motor del Fiesta ST?
Pero decidí olvidarme de esas preguntas con prejuicio y decidí probarlo. Y tengo que decir que me ha sorprendido. De hecho, me ha gustado. Mucho.
Lo cierto es que esta versión deportiva conecta muy bien con el pasado, capturando a la perfección parte de la magia del compacto deportivo, haciendo parecer que no está sobre una plataforma algo sobreelevada.
Apariencia: Diseño con personalidad
El Ford Puma ST ocupa un lugar en un segmento algo sobreexplotado en la industria: Un pequeño crossover para ciudad, del que todo fabricante y sus ancestros tienen uno puesto en el mercado para cada ser humano, dando la impresión de que son el mismo coche pero con emblemas diferentes, y esa es una corriente que, al menos en mis ojos, el Ford Puma no sigue.
La zona frontal del Puma ST es quizás la parte con más carácter en cuanto al exterior se refiere. Los faros delanteros en LED tienen un diseño singular, que quiere recordarnos al Ford Puma original en sus formas.
Acompañando, encontramos una enorme parrilla, muy característico del lenguaje de diseño de los últimos Ford, que combinando con los faros y, en este caso, la pintura, no podemos evitar ver la cara de una rana sonriente. Y es que cuanto más miraba el conjunto, más atractivo me parecía.
La línea de perfil sí que se vuelve más conservadora, y nos encontramos con la sensación de ser “otro más”, pero las bonitas llantas del ST, realzan la silueta a la perfección.
Interior: Más que correcto, equipado y presidido por unos Recaro
En los últimos años, Ford ha mejorado mucho las calidades de sus interiores. En esta ocasión, el Ford Puma ofrece una calidad más que correcta, con muchos acabados de plástico acolchado en las zonas de más visibles, aunque sigue reinando el plástico duro en la parte inferior del salpicadero.
Cuando nos ponemos al volante del Puma ST, nos encontramos algo más elevados de lo que nos gustaría, incluso con el asiento bajado al máximo, una posición algo incómoda para conducir, especialmente para gente alta, pero también nos sentimos bien sujetos gracias a los asientos Recaro que monta.
La palanca de cambios tiene un tacto firme, aunque se encuentra algo lejana del volante a la hora de experimentar una conducción deportiva.
Si hablamos de tecnología y conectividad, el Ford Puma ST dispone de todas los elementos para satisfacer todas nuestras necesidades, con una pantalla central TFT de 12,3 pulgadas con la última versión del sistema de infoentretenimiento SYNC que, aunque no dispone de los gráficos más alucinantes del mercado, es muy práctico y cumple con creces.
El cuadro de instrumentos, 100% digital, sí dispone de gráficos más actualizados y sin duda, nos hace disfrutar de una buena experiencia en cuanto a uso e información.
Dinámica y motor: Un ST de los de verdad
Dejemos de hablar de cosas obvias, como su practicidad, y hablemos de lo mucho que se siente como un deportivo a pesar del segmento en el que se encuentra y de su estética.
El Ford Puma ST nos ha sorprendido en todos los sentidos. Como mucha gente, nosotros también éramos un poco escépticos a su motor, no sabíamos qué esperar: 3 cilindros, un montón de normativas anti-contaminación y una tendencia a hacer los coches más silenciosos… Eran datos que no pintaban bien. Nada bien.
Sin embargo, todos esos datos negativos se disiparon al toque de un botón, con el que el motor 1.5 Turbo se despertó.
Con las prisas del momento, no pude pararme a apreciarlo desde el principio, pero ya desde el primer segundo, con la puerta cerrada, se escuchaba un ronroneo inesperado en el arranque en frío.
No fue hasta llegar al garaje de mi casa, al día siguiente, cuando verdaderamente pude apreciar el sonido que salía del sistema de escape con el motor recién encendido. No es algo que te esperas la primera vez que pruebas un motor de 3 cilindros, y desde luego ha sido una sorpresa agradable, pero lo mejor estaba por llegar.
Tan pronto como pude, me dirigí a mi carretera de montaña de confianza, donde antes pudimos probar coches como el Mustang GT o el GLA 45 S, para hacer así una especie de benchmarking, independientemente de que sean modelos muy dispares.
Y es aquí donde el Puma saca las garras, y las siglas de su apellido. Ponemos el modo Track, sin ningún tipo de controles, y la cosa cambia. La dirección se vuelve no solo más dura, sino más directa, una respuesta del acelerador más sensible y un sonido un poco más grave.
Encaras la primera curva y a la milésima de haberla realizado, se te olvida por completo lo alto que te sientes sentado dentro, lo ligeramente lejos que está la palanca de cambios, y verdaderamente empiezas a conectar con el coche.
Curva tras curva, un motor que empuja progresiva y linealmente hasta el final, suena una ligera secuencia de petardazos, cambias de marcha, y sigues. Verdaderamente adictivo.
Si hay algo que hay que destacar por encima de todo en el apartado dinámico, es la dirección. A día de hoy, acostumbrados a los modos de conducción, los fabricantes justifican la deportividad de un coche por la dureza de los elementos, pero no es así. Al contrario, el Ford Puma ST, te hace sentir la carretera, te da una dirección que se siente muy directa, y coloca el coche donde quieres con una pequeña cantidad de grados de giro del volante.
Y eso ha sido, entre otras cosas, lo que me ha hecho conectar con el coche y sorprenderme a mí mismo de que uno de esos coches a los que coloquialmente se les llama lavadoras, sin tropecientos CV bajo el pie derecho, consigan hacerte disfrutar de una experiencia de conducción deportiva.
Ford Puma ST: Consumos
A pesar de su carácter deportivo, el Ford Puma ST sigue siendo un vehículo tremendamente eficiente, gracias a su motor 1.5 Turbo de 3 cilindros, las relaciones de la caja de cambios, y un modo de conducción Eco que cambia totalmente su personalidad.
En nuestro trayecto Madrid-Vigo, el consumo medio, todo el trayecto en modo Eco, fue de 6,4L/100 km, un consumo más que correcto para un coche de pretensiones deportivas con 200 CV.
Ya en tierras gallegas, donde testeamos sus capacidades deportivas y su uso en ciudad, tuvo un consumo de unos 9,2 L/100 km, un consumo muy reducido para un estilo de conducción bastante agresivo con el objetivo de exprimir al máximo sus capacidades dinámicas.
El consumo medio de nuestra semana, unos 2.200 kilómetros, que incluyeron trayectos de ida y vuelta, tuvo un consumo medio total de 7,6L/100 km. Nada mal.
Veredicto: Si este es el presente, I’m in.
En definitiva, el Ford Puma ST cumple con creces la tarea de ser un coche totalmente apto para el uso diario: Práctico, eficiente y con buena visibilidad. Es uno de esos coches que cumple perfectamente con esa dualidad, puesto que además, alejándote de llevar a los niños al colegio o de llevar la compra del mes, te da la opción de elegir el camino largo y divertirte con una conducción deportiva.
Y es que a estas alturas, y tal y como está el mercado hoy en día, sin irnos a opciones tal vez utópicas para el ciudadano medio, hay pocos coches que cumplan tan bien estas dos facetas con un presupuesto ajustado.
