El invierno va cediendo terreno poco a poco, nos va dejando días de buen tiempo y, como cada año, algunos de nosotros, ávidos de nuevas experiencias al volante, nos hacemos la misma pregunta: ¿Y si este año me hago con un descapotable?

Para muchos, el descapotable sigue siendo el coche aspiracional por excelencia; esa mezcla de esencia deportiva y posibilidad de disfrute a cielo abierto. En los 90, esta fórmula la hicieron grande pequeños deportivos como el Mazda MX-5 NA, el BMW Z3 o el primer Mercedes SLK y su legado aún consigue emocionarnos.

Mazda MX-5 NA

A pesar de que cada vez existen menos alternativas económicas en este nicho, aun se pueden encontrar buenas oportunidades en el mercado -tanto nuevo como de segunda mano-, que encajarán con cualquier perfil de comprador: desde el biplaza radical hasta el descapotable clásico de cuatro plazas. Y de ahí al infinito según el alcance de tu cartera.

“Los descapotables siempre han permanecido en la cultura popular como coches aspiracionales, a pesar de que la tendencia actual del mercado nos haya privado de muchos de ellos.”

Pero no, el artículo de hoy no tiene como objetivo presentar una relación de pretendientes para el que quiera abrazar la filosofía cabrio; más bien intenta traeros todas las virtudes por las que abandonar toda lógica, en pos de saborear lo que solo un coche así puede ofrecer. Comencemos…

Alfa Romeo Spyder

1. El factor drama

Lo primero que debes saber es que elegir un vehículo así denota una cierta actitud pasional ante la vida. Quien renuncia a la practicidad y a la comodidad -en muchos casos- respecto a un automóvil tradicional por el mero hecho de sentir más, lo hace porque su corazón se impone.

Toyota MR2 Spyder (ZZW30)

Y tampoco es apto para gente tímida. Si no lo sabes ya, conducir sin techo atrae las miradas de los demás, independientemente de la marca o del modelo. Aporta un cierto aire chulesco que puede no ser para todo el mundo, pero que, si encaja contigo, por seguro te arrancará una sonrisilla.

El siguiente punto fuerte es el ritual de descapotar. Es algo que aporta cierto romanticismo y es el equivalente petrolhead al plumaje de los pavos reales. ¿Acaso hay algo más guay que bajar la capota en un semáforo? No lo creo (procura hacerlo con tiempo suficiente). 

Mazda MX-5 RF

Y ya puestos, si la capota es de lona, mucho mejor. Aparte de evitar problemas de estanqueidades que han ido apareciendo en modelos de techo duro (como el VW EOS), el encanto es mayor y escuchar la lluvia repiqueteando en lona es una experiencia preciosa (los cuidados que requieren también son mayores, ojo). Sigamos.

2. Las sensaciones más puras 

Más allá de las prestaciones que acredite cada descapotable, hay algo que es innegable: sientes más cosas que en sus hermanos cerrados. Y no nos referimos a que vayan mejor, que no es así, puesto que la mayoría añaden kilos extra y sufren una menor rigidez torsional, sino a que todo se ve amplificado por el mero hecho de tener menos barreras entre tú y lo que está pasando.

¿Preferirías un Caterham con techo o sin él? ¿Cómo crees que disfrutarías más?

Caterham Seven

Todo se oye más, sientes el viento y el sol, escuchas los frenos más de cerca y al conjunto retorcerse.., en definitiva, tener como techo el cielo ayuda a redondear la experiencia de conducción, incluso a velocidades “de paseo”.

3. El diseño

Los coches nos entran por los ojos y cuando no existen más argumentos para justificar su compra, el diseño se vuelve un factor clave. Más o menos, esto sucede con los descapotables y las marcas se afanan por dar ese esfuerzo extra que consiga establecerlos como objeto de deseo (y muchas veces aciertan). 

BMW Z4 M40i

Si no nos creéis, haced la prueba del niño: mirad a vuestro alrededor cuando veáis aparecer un descapotable o cuando vayáis sentados en uno. Normalmente, los adultos no le prestan mucha atención o regalan alguna mirada condescendiente, pero los niños suelen asombrarse y sonreír. ¿Entendéis a qué nos referimos? Las formas de un descapotable en su máximo esplendor son capaces de causar algo en los más inocentes e, irremediablemente, nos conecta con ese niño de nuestro interior que aún tiene cosas que decir.

4. No solo para el verano

Por último, desmontemos uno de los mayores mitos sobre los descapotables: no sirven solo para verano. Es más, no te recomendaríamos ir por ahí sin capota un caluroso día de Agosto.

Queremos dejar claro con esto que cualquier excusa y cualquier época del año es buena para circular a cielo abierto y que, en este sentido, los descapotables han avanzado tanto que incluso en climas muy fríos, son capaces de brindar una experiencia redonda gracias a asientos y volantes calefactables, corrientes de aire caliente alrededor del cuello o una buena calefacción. Y para el verano, una gorra y crema solar por favor. 

Un coche así se puede disfrutar en cualquier momento y en toda situación ofrece diferentes maneras de divertirse.

Audi TT 3.2 Cabrio

Sin ir más lejos, Reino Unido suele liderar las ventas de descapotables en Europa, y no tienen precisamente muchos días de sol que digamos… Quizás saben lo que hacen.

Por todo esto y mucho más, este tipo de carrocería tiene muchas cosas que ofrecer para el que esté dispuesto a realizar esos pequeños sacrificios que hemos mencionado y a soportar las mínimas penurias que traen implícitos. Te prometemos que la apuesta merece la pena y son un excelente remedio para ser un poco más feliz.

“Siempre has querido uno, aunque todavía no lo sepas.”

BMW Z1


Publicado el 
3/3/2021
 en
Historias