Muchos de nosotros vivimos parte de nuestra infancia o adolescencia al lado de una consola, y posiblemente, una de nuestras primeras declaraciones de amor hacia los coches sea gracias a videojuegos como Gran Turismo. Con él, además de pasar horas frente a un televisor de tubo, aprendimos de muchas marcas, que, por aquel momento, ni conocíamos.
Una de ellas fue Tommy Kaira, seguro que muchos os acordáis.
Su modelo insignia por aquel entonces: El Tommy Kaira ZZ.
Lo que recordamos de ese coche es que era pequeño y muy ligero, de aspecto se asemejaba mucho a los kitcar de Hillclimb. Para muchos de nosotros era un fabricante algo misterioso, un único coche y varios conceptos circulaban por aquel Gran Turismo 2. La realidad de Tommy Kaira es que antes de ser fabricante de coches por mérito propio, inicialmente fue un conocido preparador de coches de Japón.
Los inicios
En 1986 se establecieron en Kyoto, Japón y se dieron a conocer como Tommy Kaira por primera vez en 1987, con una preparación en la que utilizaron como base un Mercedes-Benz 190E, que fue bautizado como Tommy Kaira M19 y equiparía un body kit, unas llantas, mejoras en la suspensión y jugaron un poco con el motor 2.0 y su escape, haciéndole producir 160 CV en un motor que de serie daba 115 CV... Es sin duda una mejora contundente para ser atmosférico. Del M19 se fabricarían únicamente 12 unidades.
Fabricarían además, dos unidades basadas en el tan deseado 190E 2.3 16V con motor Cosworth, pero no existen números sobre esas dos unidades ya que sería un proyecto demasiado costoso para Tommy Kaira y decidió cancelarlo. Respecto al M19 normal, el 2.3 se diferenciaría por tener la linea del lateral de la carrocería en un color gris en vez de blanco.
Que nosotros sepamos, solamente existe una foto del Tommy Kaira M19 2.3 y es la siguiente:
Más tarde lanzarían el M30E, basado en el Mercedes 300E de la caja W124. El modelo recibiría una preparación estética similar a la de los M19, un nuevo kit de carrocería, llantas, suspensión y una mejora del motor M103 de 3 litros de Mercedes, ahora con 225 CV respecto a los 185 CV que daba de serie.
A partir del año siguiente, comenzaron a centrarse únicamente en coches fabricados en Japón, llegando a tener acuerdos con Subaru y Nissan.
Su primer coche para las marcas niponas: El Tommy Kaira M30, una preparación basada en el Nissan Skyline GTS-R R31, el que es aun a día de hoy, el coche de la familia Skyline menos conocido. El coche estaba tuneado al puro estilo de Yoshikazu Tomita, un sutil kit de carrocería, llantas y unas suspensiones mas bajas y con mayor dureza.
En cuanto a mejoras de motor, había bastantes. Se podría decir incluso que es una obra maestra; decidieron poner un motor completamente hecho y modificado por ellos. Le sacaron la culata al RB20DE que venía de serie, y la pusieron en un RB30E, creando así el RB30DE. ¿La ventaja? Pasaría a ser un motor con doble árbol de levas y mas cilindrada (3.0 litros en vez de 2.0). Esto, junto con un aumento del ratio de compresión, y mejora en varios componentes internos, haría desarrollar 240 CV, en un motor que sin las mejoras mencionadas daba 159 CV.
Tommy Kaira destaca en que los coches que preparaban eran rebautizados (Con permiso del fabricante) como si estuviesen fabricados completamente por ellos mismos, por lo que tenía que homologar todos sus coches para su venta, hecho que causaba problemas, ya que en ocasiones eran preparaciones notables respecto al coche de producción del fabricante original.
Por ejemplo, el Tommy Kaira R, uno de los modelos más laureados de la marca, basado en el Nissan Skyline R33, producía casi 420 CV, una subida del 50% respecto al modelo de producción. De este modelo se llegaron a producir nada más y nada menos que 400 unidades, aunque solamente 33 de ellas venían con el pack "full" de Tommy Kaira, que tenía un precio de 30.000€ al cambio.
Este pack incluía un kit aerodinámico firmado por la marca, llantas en 18 de Tommy Kaira, un pack de interior con unos asientos tipo bucket, volante, pomo y un panel de instrumentos con un cuentarrevoluciones que terminaba en 10. Además de toda la preparación de motor (que es una lista demasiado grande para mencionar aquí) y una suspensión de Ohlins.
Bajo el uso de modelos de Subaru, Tommy Kaira fabricó los M20b, basados en los Subaru Impreza GC8 y GF8 (Carrocería familiar) de primera generación, con motores EJ20 modificados hasta los 297 CV, y detalles tanto exteriores e interior indicando que no se trataba de un Subaru Impreza WRX normal. El M20b continuó fabricándose también a lo largo de la segunda generación del Impreza.
El salto de fe
Con la idea de relanzar la marca como fabricantes de coches propios, en 1996 fabricó el ZZ utilizando los moldes de la primera serie del Lotus Elise.
Curiosamente, se comenzó a fabricar, no en Japón sino en Reino Unido. Una decisión que afectó enormemente a la marca, ya que inmediatamente se dejó de fabricar allí porque la mayor parte de las ventas se producían en Japón.
Esos ZZ eran unos auténticos juguetes: 690 kg de peso con un chasis monocasco fabricado en aluminio con una construcción muy similar a la de un coche de carreras. El motor, situado en posición central-trasera, era el conocido SR20DE de Nissan, a carburación y por supuesto, tuneado, produciendo así 180 CV.
Sin ni siquiera ventanillas, era un coche que desprendía pureza, y por eso es un coche muy laureado por los aficionados más puristas de Japón.
El comienzo del fin
En 2001, después de numerosos problemas económicos, la división de coches propios de Tommy Kaira, fue adquirida por Autobacs, una conocida firma de venta de repuestos de coches en Japón, que creó una división para fabricar coches propios llamada ASL, y con la ayuda y experiencia de Tommy Kaira, presentaron dos modelos: El ASL Garaiya y el ASL RS01, también llamado Tommy Kaira ZZ-II, como conmemoración y sucesor del primer ZZ. El primero, equipaba un motor de 2 litros de cubicaje, que producía 190 CV, parecido al del ZZ original. Pero el RS01 llevaba el famoso RB26DETT, heredado del Skyline GT-R R34, aunque algo más preparado, produciendo así 500 CV, respecto a los 276 CV que producía el motor de serie, eso sí, colocado en posición central-trasera y con un peso de 1.000 kg, por desgracia, solamente se produjo una unidad como prototipo.
Debido al poco éxito, y a la crisis económica que ocurría en Japón a principios de siglo, Tommy Kaira no acabaría de establecerse como fabricante de coches propios, y abandonaría el proyecto, centrándose así, en continuar haciendo preparaciones y body kits para modelos japoneses. Durante la última década, hizo preparaciones para modelos como el Toyota Prius (sí, como lo lees), Honda Insight o Nissan GT-R R35.
Un nuevo intento
Después de más de una década sin fabricar vehículos propios, en 2013, Tommy Kaira reaparecería en la escena con un prototipo, un nuevo ZZ, pero esta vez 100% eléctrico, con una batería que permitía solamente 120 km de autonomía, una cifra que en su momento ya era escasa, pero que recuperaba la esencia de deportivo ligero de antaño, un roadster basado en el Lotus Exige, con chasis monocasco y carrocería de fibra de carbono, logrando así un reducido peso de 850 kg para un motor que producía 305 CV y 410 Nm, consiguiendo el 0-100 en solamente 3,9 segundos.
Solamente 99 unidades serían producidas con un precio alrededor de 60.000€, siendo así competencia directa del que por aquel entonces era dueño y señor del segmento de deportivos eléctricos, el Tesla Roadster.