Lotus es un fabricante que toda persona amante de los coches debería apreciar puesto que ha sido el único que se ha mantenido fiel a sus principios, independientemente de que las tendencias cambiasen, siendo siempre un fabricante con un producto muy nicho, con ventas anuales muy bajas y con su consecuente efecto: Pasarlo mal económicamente.
Pero esto ha dejado de ser la idea para su empresa matriz, el gigante chino Geely, que pretende restaurar la marca como un fabricante puntero a nivel mundial de coches de alta gama.
Yo me alegro por la economía de Lotus, ya que si sumas SUV, más eléctrico, unas buenas prestaciones y un producto, en general, atractivo, el éxito está prácticamente asegurado. Pero… ¿Estaría Lotus perdiendo su personalidad?
Esa es parte de la polémica, aunque Lotus tomaría una estrategia parecida a la que tomó Porsche a principios de los años 2000 con el Cayenne: Un producto superventas que sirvió para poder siguiendo hacer coches deportivos pasionales, una estrategia que los llevó a ser la potencia mundial que es hoy en día.
El SUV de Lotus quiere ser una clara alternativa al Tesla Model X, centrándose en un tren motriz de 600 CV en su configuración más básica, y una versión con doble batería de 750 CV. Además pretende ser más ligero que el anteriormente mencionado Tesla Model X, manteniendo así su visión de coche ligero… Dentro de las posibilidades como SUV eléctrico.
Peter Horbury, jefe de diseño de Geely lo ha dicho: “Nunca será tan ligero como un Evora, pero si lleva el nombre de Lotus será el más ligero de su segmento.”
A nivel de fabricación, Lotus utilizará la nueva fábrica de Geely, en Wuhan, con capacidad de 150.000 coches anuales, además de poder utilizar otras fábricas que Geely posee en Europa dependiendo de la demanda.
El evento de lanzamiento del SUV de Lotus se prevé para 2022, y su venta para 2023 con un precio competitivo en el segmento.