Si pensábamos que el Lamborghini Huracan Performante ya era lo suficientemente radical, será mejor que te pongas el cinturón porque llega el Lamborghini Huracan STO, que significa Super Trofeo Omologata, que, a su vez, traducido al castellano, es un coche de carreras homologado para circular en la calle.
Esta pieza extrema de Sant’Agata viene a desafiar de manera directa al Porsche 911 GT3 RS y al Mercedes-AMG GT Black Series, del que hablamos hace poco (Hoy mismo, para ser exactos) sobre su récord en Nürburgring Nordschleife, que parece que corre peligro si este nuevo Huracan se dispone a intentarlo.
En papel es una absoluta máquina; Aunque equipa el mismo V10 atmósferico de 5.2 litros de cilindrada que produce 640 CV de otros modelos de Huracan, asociado a una caja de cambios de doble embrague de 7 velocidades, este STO es más que eso.
Se centra principalmente en la reducción de peso: Llantas en Magnesio, asientos bucket de carbono y una carrocería fabricada prácticamente en su totalidad en Fibra de Carbono. Además, hablamos de un modelo con tracción trasera y no tracción total como en sus hermanos… Menos rebeldes.
Esta dieta estricta da como resultado 1.339 kg. Casi 200 kg menos que el Huracan original, 100 kg menos que el Huracan Evo y 43 kg más ligero que el mismísimo Performante. Casi nada.
Estéticamente también sufre un cambio muy radical. La parte frontal del coche está fabricado en una sola pieza, lo que hace que se abra completamente.
Además, dispone de un kit de carrocería ensanchado, sobre todo, en la parte posterior, donde es 16 mm más ancho que un Huracan normal.
En su interior podemos ver parte de la herencia que dejó el Super Trofeo de Squadra Corse. Como mencionábamos arriba; Asientos bucket completamente en carbono, Alcantara por todas las esquinas y una jaula antivuelco para protegernos y dar más rigidez al coche.
Su precio en Europa arranca por encima de los 249.000 euros, que no es precisamente poco, pero hablamos de la cúspide en coches para circuito homologados para la calle, y además con motor atmosférico. Y algo me dice que no queda demasiado tiempo para que obras maestras como estas se acaben.