Corría el año 2003, y Lexus estaba en un momento en el que necesitaba experimentar. Al mismo tiempo, la primera generación del Lexus IS, rival de segmento de los BMW Serie 3, se encontraba en la recta final de su vida comercial.
El Lexus IS estaba equipado con dos motorizaciones en Europa y Estados Unidos; El IS 200 con un motor de seis cilindros en línea de 2.0 litros que desarrollaba 155 CV, y el IS 300, que disfrutaba del motor 2JZ-GE, la variante atmosférica, de 3.0 litros y seis cilindros en línea con 213 CV. Además, en Japón también se utilizaba un motor de cuatro cilindros turboalimentado de 2.0 litros de cubicaje, llamado 3S-GE.
La realidad es que la marca nunca se arriesgó a fabricar una variante deportiva de este modelo, como sí lo hizo BMW con el M3. Pero la curiosidad mató al gato, y los altos cargos de la marca necesitaban buscar y desatar todo el potencial de un chasis muy bien trabajado, por lo que se hizo un encargo a Rod Millen Special Vehicles (RMSV), para construir un One-Off basado en el IS.
El proyecto era bastante rápido y directo: Meter el motor 4.3 V8 de Lexus con una caja de cambios manual Getrag de seis velocidades en la carrocería del IS 300, algo que no provocó demasiado problema.
El desafío más grande en este proyecto fue desarrollar la interfaz electrónica para sincronizar el motor 4.3 V8 con la caja de cambios manual, ya que no estaba diseñado para ello.
Lógicamente, no se terminó ahí. Ciertos componentes tenían que ser mejorados para aguantar la potencia y el par del monstruoso V8. Unos muelles TEIN y unos amortiguadores ajustables electrónicamente también estaban en la receta trabajando con la suspensión frontal de serie del IS 300. La suspensión trasera original fue sustituida al completo por los componentes de un GS 430 para aguantar la potencia en las ruedas traseras.
Algo similar pasó con el sistema de refrigeración y frenos. Se le instaló un radiador del GS 430 para refrigerar cómodamente el V8. La potencia también tiene que frenarse, por lo que se instaló un kit de frenos Brembo de 4 pistones con discos rayados y ventilados.
El resultado final fue una grata sorpresa, que superó las expectativas marcadas, tanto del preparador como del fabricante japonés.
En números, el Lexus IS 430 desarrollaba 340 CV y más de 450 Nm de par motor máximo que, comparado con los 213 CV del IS 300… Podríamos decir que ha sido una mejora considerable. El peso también se mantuvo prácticamente igual, siendo solamente 55 kg más pesado, de los cuales no solo el motor tiene la culpa, sino también el sistema de audio y entretenimiento de última generación.
En definitiva, el Lexus IS 430 se quedó en sólo un proyecto, capricho de los altos cargos, pero podría haber sido una variante interesante. La pregunta es... ¿Podría haber competido con el M3?