Es algo oportunista hablar de la independiente y aún adolescente firma coreana Genesis, pero lo hacemos aprovechando el boom mediático que se ha generado por su llegada al Viejo Continente. Aunque la noticia ha sido acogida con enorme ilusión entre los amantes del automóvil, la realidad es que es una buena noticia a medias, pero buena al fin y al cabo. Y es que desde Genesis, se ha decidido apostar por el mercado europeo, si bien no fuertemente aún, y la penetración va a ser a través de tres pujantes y potentes consagrados mercados, como son el de Alemania, Reino Unido y Suiza.
Las razones, o la razón principal mejor dicho, de por qué son estos tres los países escogidos, no se escapan a muchos: son tres de los mercados con una mejor acogida del vehículo premium, donde al mismo tiempo, la cultura automovilística y del cambio continuo de vehículo es una realidad. También, a ello debemos unir el hecho de que aunque sea independiente, Genesis sigue dependiendo del gigante Hyundai, y mediante la conquista de estos mercados, Hyundai Motor Group pretende dar un golpe sobre la mesa, demostrando que Genesis puede codearse con marcas como Audi, BMW, Mercedes, Volvo, Jaguar, o sus homólogas Lexus e Infiniti.
Para los europeos, quizás Genesis es algo más desconocida, sin embargo, es una marca que ya se comercializa en Estados Unidos desde hace varios años, concretamente desde su independencia y nacimiento como una escisión de Hyundai, por el cercano año 2015. En el anuncio de Hyundai en ese año acerca de Genesis se vendió un producto con la etiqueta de “división premium o de lujo a nivel global”. Y esta estrategia sigue adelante, ahora con el desembarco en Europa. Este camino no le va a resultar fácil.
El mercado europeo, si bien es cierto que no es tan tradicional y conservador como décadas atrás, dista mucho de ser un mercado fácil y accesible. No son pocos los ejemplos de grandes firmas que han tenido que abandonar o limitar sus actuaciones en nuestras tierras debido a la feroz e implacable competencia, como Infiniti recientemente, Chevrolet no hace demasiado, o Rover-MG hace unos años. En sus inicios, el Hyundai Genesis, germen de esta división, mostró un logo totalmente distinto al de Hyundai, muy similar al actual; sin embargo, en el mercado estadounidense se tuvo a bien conceder al cliente la posibilidad de lucir una H de Hyundai o el logo propio de Genesis, optándose en la mayoría de los casos por el genuino de Genesis, en más de un 80% de los casos.
Así pues, con este pequeño ejemplo, podemos escenificar y vaticinar un posicionamiento de lujo para Genesis, también en el mercado europeo.
Así pues, con estas pinceladas de la historia de Genesis y la situación que se va a encontrar a su llegada, la carta de presentación de esta firma en Europa se va a realizar mediante dos vehículos, posicionados en dos segmentos clave del mercado, muy trabajados y evolucionados en Europa. Aunque de un podemos decir que se encuentra aún en pleno desarrollo, el de los SUV de gran tamaño, en el que estará presente con el Genesis GV80, un auténtico transatlántico de autopistas. Y al otro podemos calificarlo de un segmento maduro que ha debido reinventarse ante la conquista del SUV, el de las berlinas de lujo, que ha encontrados en las berlinas estilo cupé una honrosa y suculenta salida, y Genesis lo hará mediante el Genesis G80.
Con estos mimbres, ¿dónde situamos concretamente a Genesis frente a sus competidores? En el primer caso, el GV80 puede competir sin complejos con, nada más y nada menos que Audi Q7, BMW X5, Mercedes GLE, VW Touareg, Lexus RX400 o Porsche Cayenne, entre otros rutilantes nombres. Osado, cuando menos, presentarse en Europa, pasar sin preguntar y sentarse a la mesa de estos monstruosos vehículos, respaldados por décadas de presencia y posicionamiento. Sin embargo, y en la misma línea, tampoco se corta con el caso del G80. En este caso, se mueve en el mismo segmento prácticamente, pero sin ser SUV, sino berlina. Va a tratar de hacer sombra a Audi A7, BMW Serie 6, Mercedes CLS, o Lexus ES. Vienen fuerte, qué duda cabe, apuntan alto. Realicemos un esbozo de esta atractiva berlina, la cual podremos ver, crucemos los dedos, por nuestras calles, aunque de momento sólo podrán hacerlo los ciudadanos suizos, británicos y alemanes.
Genesis G80: Berlina coupé de manual
EL Genesis G80 es, en sí mismo, toda una declaración de intenciones y la viva imagen de lo que la marca pretende transmitir: modernidad, elegancia, tecnología y distinción. Elogios que se debe merecer luego en comportamiento y calidades, pero que, en primera instancia, la imagen es justamente la descrita. A nivel de carrocería, es un coche con diseño limpio, con ángulos suaves, donde la simetría y los trazos rectos presiden y ganan la partida.
Asombroso diseño exterior
El frontal es posiblemente la parte más espectacular, con una parrilla de considerables proporciones, se nos revela con una imagen muy americana y europea casi en iguales proporciones. A los lados situamos dos faros delanteros alargados y algo estrechos de altura, con aire norteamericano, con doble línea de intermitentes, separados por una pequeña inserción de la carrocería, que llega a conectar con el frontal, dividendo pues, los faros en dos pequeños islotes. La parte baja del frontal se remata con unas rejillas sin florituras, pero que le dan un toque más europeo. El capó tiene sólo dos nervios paralelos muy disimulados y superficiales en la parte central que van a morir justo en el logotipo de la marca.
Saliéndonos del frontal, pero continuando con la descripción del faro, si continuásemos el dibujo de la línea de los mismos, daríamos con una línea de luces que recorren todo el lateral. Pues eso es lo que han hecho los diseñadores de Genesis, y creemos que resulta todo un acierto. Es un elemento distintivo, quizás algo exagerado y que ensucia un poco un perfil tremendamente sobrio, pero que también lo distingue, lo señala, le da personalidad.
Este lateral es muy sencillo, y la única ruptura, al margen de ese detalle recién comentado, es una línea horizontal que discurre por encima de los tiradores, y que por su orientación descendente, le dota de un poco de caída trasera, dándole el pretendido aire coupé. Las llantas de 20 pulgadas con que se presenta este coche, en los modelos a los que hemos tenido acceso, son de cinco radios, sin estridencias, en un clásico color plateado, y cuya característica y reclamo es su tamaño y su sencillez. El último apunte es una discretísima y delicada banda cromada ascendente, que acentúa la imagen deportiva del nervio superior, creando la sensación de cerrar la trasera del G80 en una V afilada.
Precisamente, al hilo de lo anterior, la trasera tiene también bastante que decir. Las ópticas son alargadas, siguiendo la misma idea, configuración y construcción que las ópticas delanteras, con esa ruptura del faro en dos, con un pequeño haz del color de la carrocería, y generando también ese doble intermitente. La aleta en la que acaba la trasera es el elemento definitivo para que el coche tenga el aspecto de coupé que la marca quiere conseguir. Es una especie de alerón integrado, muy acusado, con una curva hacia arriba que recuerda a un trampolín de un parque de atracciones. La caída del techo es muy acusada no muy agresiva, pero sí muy prolongada, casi paralela al suelo. Las inscripciones de Genesis en letras bajo este pequeño alerón y unos escapes casi rectangulares ayudan a crear lujo en la trasera.
Calidad interior
El interior es deliciosamente delicado y minimalista. Resulta realmente atractivo, con un salpicadero lleno de inserciones de elegante madera, plagado de luces de ambiente, con escasos y puntuales botones, una generosa pantalla de 14.5 pulgadas, un cuadro de mandos, digital por completo lógicamente, de unas nada livianas 12.3 pulgadas, y el ya habitual Head-Up Display en la luna delantera. Del interior destacamos especialmente, además de su diseño, el buen trato de la funcionalidad, con mandos ergonómicos y sencillos, incluyendo instrumentación táctil y autónoma para la climatización y sistemas operativos sencillos, con conectividad Android Auto o Apple Car Play, huelga decirlo. Asientos envolventes pero tradicionales, remates y ajustes al milímetro en puertas y juntas y un curiosos pero particular y llamativo volante completan un interior cuidado y trabajado.
Aspectos técnicos
Las dimensiones del coche son generosas para el segmento en el que se inserta, aunque se mueve en la media de las mismas, con 4.9 metros de largo, 1.4 metros de alto y 1.9 metros de ancho. Respecto a lo que esconde el capó, aún por determinar, la gama se compone de dos motores, de momento. Son un gasolina de 2.5 litros y cuatro cilindros turbo que se planta en 304 CV y desarrolla 421 Nm de par; y otra versión gasolina más potente de 3.5 litros V6 de 380 CV y 530 Nm de par. A ello se añadirá, según la propia marca, algún motor eléctrico más, aunque aún sin nada confirmado. Tanto las imágenes del G80, como el hecho de contar con modelos eléctricos en otros mercados, nos hacen pensar que se ofertarán.
Valoración en tres líneas
Nos parece un coche de un gusto superlativo, con una presencia descomunal, con enorme versatilidad, excelente equipamiento, y donde el debe lo encontramos en la ausencia de concesionarios, pues, en principio, todos los modelos van a ser adquiridos por vía telemática, siguiendo la estrategia de otras grandes marcas.
Conclusiones: El incierto pero seguro devenir de Genesis.
Así pues, y volviendo a la pregunta del inicio, ¿ha llegado Genesis para quedarse? El tiempo lo dirá, pero desde luego, los mimbres son buenos, y si los diseños y las calidades siguen en la misma línea, sería una excelente noticia para la salud del mercado que una marca así se asentase en Europa, dando más dinamismo, introduciendo ideas nuevas, ofreciendo otra oportunidad al consumidor, y por qué no decirlo, tomando una parte de un pastel que tan bien se han repartido las grandes marcas.