Ford Sport Ka y Street Ka: cuando la personalidad todo lo puede

Seamos sinceros; todos nos hemos sentido atraídos por alguien que, sin ser ningún compendio de objetivas virtudes, nos conseguía remover por dentro y atraer de una forma inexplicable. Y volvamos a ser sinceros; seguro que nuestras páginas de favoritos en más de una plataforma de coches de segunda mano están repletas de vehículos que encajan perfectamente con la descripción anterior. Si es un sí a todo, el artículo de hoy es para ti.

Esta historia comienza cuando Ford lanzó la primera generación del Ford Ka, un cochecito urbanita del segmento A. Debido a que sus ventas no colmaron las expectativas de la marca, nadie esperaba que, en 2003, su revulsivo llegara en forma del Sport Ka y de una variante cabrio encargada a Pininfarina que tomaría la denominación de Street Ka.

Ford Sport Ka y Ford Ka

Por una parte, el Ford Sport Ka era, como indica el nombre, una variante ligeramente más picante que cualquier Ka. Con una estética más agresiva y máximo exponente del diseño New Edge de Ford de aquellos años, se diferenciaba notablemente del resto de mundanos Ka. No obstante, no todo era un mayor punch visual porque, aparte de ganar ancho de vías, ABS y estabilizadora delantera (mantenía los tambores traseros), el Sport acogía un 1.6 tetracilíndrico de 95 caballos -a 5500 vueltas- y 135 Nm de par. manejado a través de una caja de cambios manual de cinco relaciones bastante cerradas.

Ford Sport Ka en Imperial Blue

Quizás son números modestos e incluso deficientes para los estándares actuales, acostumbrados a versiones deportivas que superan holgadamente los 200 CV pero es que este pequeñín paraba la báscula en 953 kg y hacía el 0-100 en 9,7 segundos, ganando velocidad hasta los 174 km/h. Para que os hagáis una idea, son valores muy similares a los de un VW Golf MkII.

Ford Sport Ka tomando una curva

Obviamente, el Sport Ka no fiaba su encanto al papel, sino a la realidad de fluir por la carretera como solo un ultraligero es capaz de hacer. A veces, no necesitamos más que un buen aplomo en curva y sentirnos frágiles mientras enlazamos virajes en un cascarón privado de la mayoría de lujos (los airbags laterales eran un opcional).

Interior del Ford Sport Ka

Que sí, que sufre de una posición de conducción complicada para tallas grandes con un volante fijo en altura y profundidad, unos asientos de cuero de poco agarre y un tacto del cambio que no es el de un coche japonés, pero 20 años después, ¿eso importa? Preguntémosle a su hermano, el Ford Street Ka.

Ford Street Ka en French Blue

El Ford Street Ka te dirá que, si realmente eso te importa, pruebes la misma receta a techo descubierto, por si así te convence. Porque, el Street Ka era el traje de los domingos del Ka; diseñado por Pininfarina, con unas caderas marcadas (6 cm más de ancho de vías trasero que el Sport), arcos antivuelco cromados y el encanto irresistible de un techo de lona y de la irracionalidad de perder dos plazas (aunque ganando 30 litros de maletero).

3/4 trasero del Street Ka

Todo lo que hablábamos del Sport se aplicaba igualmente al Street Ka con ciertas salvedades: engordaba por el camino casi 200 kg (1136 versus 953) y los desarrollos de su caja se alargaban, empeorando sus cifras: 12,1 segundos en el 0-100. Un sacrificio un tanto excesivo para disfrutar del cielo sobre nuestras cabezas pero que lo sigue dejando como una de las únicas opciones de un descapotable estilo kei car a la europea.

Interior del Ford Street Ka

Con todo lo mencionado anteriormente, tanto el Sport Ka como el Street Ka eran las dos caras de una misma moneda; la versión cerrada más rígida e incisiva o el capricho del descapotable de paseo. En ambos casos, representantes de una era del automóvil ya extinta, de simpleza allá por donde mires.

Street Ka Winter Edition con hardtop

Puede que sean coches gastones, “lentos”, viejos y poco prácticos ,pero conocemos pocas alternativas con la personalidad arrolladora de estos dos pequeñajos de 3,65 metros de largo. Además, si un día os lo compráis, venden unos fantásticos kit de potenciación que con un mejorado árbol de levas, colectores y centralita suben la potencia hasta los 120 CV por algo más de 600€. Un Sport Ka ST120 o convertir el Street Ka en una suerte de ultra minúsculo Ford GT90. No sé, pensadlo… Mientras tanto, dejamos que miréis los precios actuales de alguna unidad a la venta,

¡Viva el New Edge y vivan los coches con personalidad!

Publicado el 
18/2/2022
 en
Historias