Hyundai presentó esta semana un nuevo lavado de cara para su compacto estrella, el i30. Con esta actualización no solo llega una estética más afinada, sino también un plus en funciones de conectividad y más seguridad.
Además, el i30 también mejora en una cosa: Eficiencia. Ahora, es posible obtener una motorización con microhibridación de 48 voltios, que ayuda en la reducción del consumo.
Un exterior marcado por sus ópticas
Desde que se presentó la actual generación del i30, siempre ha sido un coche atractivo. Uno de los factores que definen el frontal en esta nueva versión son sus nuevos faros LED con reflectores MFR, además de sus luces DRL formando una V y aportando carácter, algo que quizás echábamos en falta.
La zaga también cambia, con un nuevo paragolpes que optimiza la aerodinámica, y por supuesto, unos pilotos en LED con DRL que, al igual que los frontales, crean una iluminación en forma de V, ayudando a crear una simetría entre la parte frontal y la trasera.
N Line para todos
Una de las novedades en esta actualización, es la implementación de los acabados N Line para todos los tipos de carrocería, incluyendo el i30 Wagon a los ya aptos i30 Hatchback e i30 Fastback.
Este acabado N Line pretende aportar más chispa visual con una estética más atrevida, con una parrilla central más amplia y unos faros diferentes en su parte frontal. En la zaga, un paragolpes más ancho con un difusor que inspira más deportividad.
Además, el acabado N Line permite configurar llantas de 17 y 18 pulgadas, que hacen que se vea más moderno.
En el apartado interior, el Hyundai i30 N Line dispone de acabados específicos, como los detalles en rojo en todas las costuras, un volante deportivo y pedales metálicos.